Utilizar los círculos para crear comunidad y vínculos en los espacios CYD

 
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Utilizar los círculos para crear comunidad y vínculos en los espacios CYD

John Weiss, Director de Iniciativas Estratégicas, y Lori Roddy, Directora Ejecutiva, Zona Neutral

03-05-2025

Pequeño grupo de adolescentes y personal de la Zona Neutral dialogando en círculo. Foto: Zona Neutral.

Son las 3:30 de la tarde de un miércoles en el Zona Neutralun centro de artes creativas y liderazgo para adolescentes en el centro de Ann Arbor, Michigan. Veinticuatro jóvenes y seis miembros del personal se reúnen en un círculo de sillas en el B-Side Venue (un espacio polivalente que también sirve como sala de conciertos para 400 personas). Mientras una bola de discoteca brilla en lo alto, Ash, un adolescente participante y estudiante de segundo de bachillerato, se ofrece voluntario para hacer una pregunta inicial: "¿Qué te gustaba hacer en el recreo cuando eras niño en el colegio?".

Adolescentes y personal en un círculo comunitario en Neutral Zone. Estos círculos se celebran a diario para dar la bienvenida a los jóvenes y fomentar el sentido de pertenencia. Foto: Zona Neutral.

Los jóvenes participantes se turnan alrededor del círculo para compartir sus nombres, sus pronombres personales y sus respuestas a lo que podría considerarse una pregunta sin importancia, o una pregunta que uno podría suponer que los adolescentes considerarían poco interesante, o infantil, o simplemente que no merece la pena responder. Sin embargo, las respuestas no tardan en profundizarse. Los participantes revelan los miedos que sentían cuando eran más jóvenes y los comportamientos de riesgo que les emocionaban. Jóvenes de diversas identidades sociales empiezan a establecer nuevas conexiones con los demás, riendo, trazando experiencias paralelas y escuchando -escuchando de verdad- las respuestas de sus compañeros. Después, uno de nuestros adolescentes habituales se acerca a un adolescente nuevo en el espacio y, con curiosidad, entabla una conversación con el recién llegado, haciéndole sentir más bienvenido y conectado.

Este es el poder del círculo. Cuando nos sentamos "en círculo", experimentamos un fuerte sentido de comunidad. En círculo, creamos un espacio que levanta barreras entre las personas, permite la conexión y la colaboración, y cultiva el entendimiento mutuo. En el círculo, cada persona comparte la responsabilidad de su funcionamiento. Todos los miembros se sienten valorados y tienen voz.

En la Zona Neutral, nos enorgullecemos de estar "dirigidos por jóvenes". Eso significa que los jóvenes deciden los proyectos e iniciativas del programa. Planifican, organizan y gestionan sus propios conciertos y exposiciones de arte. Participan en las decisiones organizativas, incluida la contratación de personal y la planificación estratégica. Y constituyen casi la mitad de nuestro Consejo de Administración.

También trabajamos bajo el prisma de las "prácticas reparadoras" (PR). Mucha gente piensa que las prácticas restaurativas son una forma no punitiva de reparar el daño cuando se produce un conflicto, pero las PR son mucho más que eso. En un entorno de verdaderas PR, la atención se centra en el trabajo "proactivo": construir comunidad y relaciones con una serie de estrategias formales, como estar en círculo.

Estas prácticas son un ritual diario en la Zona Neutral. El círculo comienza cada día a las 3:30, una forma de empezar todos juntos. Las sesiones comienzan con una pregunta inicial o una actividad de creación de comunidad. A continuación, puede tener lugar una conversación deliberada sobre algo que esté ocurriendo en el Centro, en la comunidad o en el mundo en general. Otras veces, puede ser una conversación más fluida iniciada por la pregunta original, o por lo que sea que esté en la mente de los adolescentes participantes y del personal. Quizás lo más importante es que los jóvenes de la Zona Neutral eligen unirse al círculo. Algunos pueden sentarse fuera del círculo y observar; se les anima a unirse cuando estén preparados. Los que participan crean sentimientos de pertenencia y conexión a la vez que mantienen la responsabilidad. También utilizamos el círculo para muchas otras reuniones: reuniones de personal, formación, reuniones mensuales del consejo de administración y programas diarios.

Un mural a gran escala realizado por adolescentes de la Zona Neutral sitúa el "círculo" en el Centro. Foto: Zona Neutral.

Derivados de las tradiciones aborígenes y nativas, los círculos se basan en relaciones afectuosas, claridad de expectativas y oportunidades de participación significativa. En un círculo, los jóvenes desarrollan habilidades comunicativas. Adquieren confianza para presentar sus propias ideas y pensamientos, aprenden a escuchar activamente, desarrollan importantes habilidades de colaboración y aumentan su empatía mutua. Al comprender mejor los sentimientos de los demás, refuerzan sus habilidades sociales y emocionales. Los círculos fomentan las amistades intergrupales, lo que ayuda a eliminar o reducir las expectativas negativas sobre las interacciones intergrupales. A través de los círculos, los alumnos aumentan su respeto y aprecio por los demás, lo que permite comprender la diversidad, la equidad y la inclusión.

Los círculos también apoyan el desarrollo creativo de los jóvenes. En este espacio, los jóvenes pueden pintar un mural arco iris de su yo interior aunque su aspecto exterior sea negro gótico; pueden escribir letras de canciones sobre el adiós a las amistades, o poesías que cuestionen las últimas políticas escolares que afectan a sus vidas. Es en estos espacios donde reflexionan, sanan, crecen y repercuten en su comunidad. En lugar de limitarse a experimentar la cultura, se convierten en agentes creadores de la misma.

Sentarse en círculo es tan normal en nuestro Centro que a veces nos preguntamos si los jóvenes se dan cuenta de que lo están haciendo. Y entonces, el año pasado, cuatro jóvenes trabajaron con un artista mural para crear una pintura a gran escala para el Centro. A cada uno se le pidió que expresara su experiencia en la Zona Neutral en su propio lienzo, antes de que los cuatro se combinaran en un solo mural.

Eligieron unir sus lienzos con la imagen de una bola de discoteca, rodeada de sillas. Nuestro círculo, justo ahí, en el corazón de nuestra comunidad.

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