Los educadores artísticos de la India abandonan viejos hábitos y sus hijos prosperan

 
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Los educadores artísticos de la India abandonan viejos hábitos y sus hijos prosperan

Rathi, Director, Slam Out Loud

07-10-2024

Profesores participan en una sesión de formación dirigida por el autor (a la derecha, en primer plano). Foto: Slam Out Loud.

Una estudiante recita su poesía original. Foto: Slam Out Loud.

En 2016, Jigyasa Labroo impartía clases en la conflictiva zona de Cachemira (India). Llevó a su clase de 60 niñas un ejercicio de poesía para que expresaran sus emociones. Jigyasa esperaba que surgieran las emociones habituales de la infancia: alegría, asombro y amistad; en cambio, lo que surgió fue sobre todo dolor, ira, aislamiento y tristeza. Aquel día, en la clase había mucha tensión y dolor, pero también algo de catarsis. Al final de la clase, se dio cuenta de lo importante que era crear espacios para que los niños se expresaran con seguridad a través de las artes. Tres meses después, Slam Out Loud con Jigyasa como cofundadora y consejera delegada. Nuestra misión es transformar las clases semanales de arte en las escuelas indias, pasando de un enfoque rígido y centrado en la estética a otro que utilice las artes como medio para el aprendizaje socioemocional.

Muy pronto nos dimos cuenta de que trabajar con organismos públicos era la forma más rápida y sostenible de aumentar el acceso a las artes de todos los niños indios, especialmente los de comunidades desfavorecidas. Ahora colaboramos con el Consejo Estatal de Investigación y Formación Educativa (SCERT) en distintos estados, lo que nos da acceso a profesores, estudiantes y funcionarios estatales que nos ayudan a profundizar en nuestro conocimiento de las necesidades y retos específicos de sus comunidades.

Nuestros proyectos comienzan con un estudio del terreno, durante el cual observamos escuelas y aulas artísticas y entrevistamos a profesores y alumnos de arte sobre sus pasiones, penas y vidas. A continuación hay un periodo de investigación intensiva sobre las formas artísticas locales y la historia cultural del estado. Todos estos pasos nos ayudan a crear un plan de estudios con raíces locales pero con información global, que proporciona a los niños una plataforma artística para explorar temas que les interesan. (Por ejemplo, nuestros niños del Punjab combinaron el gidda -una danza folclórica del Punjab- con la poesía para hablar de los efectos negativos de la quema de rastrojos en la salud). efectos negativos de la quema de rastrojos en la calidad del aire..)

Una sesión de formación de profesores. Fotografía: Slam Out Loud.

Nuestros profesores son los responsables de dar vida al plan de estudios, por lo que fortalecerlos es fundamental para nuestro trabajo. Organizamos sesiones de formación a lo largo del año, ofreciéndoles la oportunidad de reflexionar, colaborar y perfeccionar su aprendizaje a través de experiencias compartidas. Estas sesiones funcionan como espacios para cuestionar la mentalidad en torno a la educación artística, una intervención clave en nuestro trabajo. Cuando empezamos a trabajar con profesores de escuelas públicas, nos encontramos con una serie de creencias rígidas. La mentalidad predominante era que sólo unos pocos alumnos selectos tenían potencial; que las aulas debían mantener una disciplina estricta; y que el arte tenía que encajar en un molde específico. La educación artística se centraba sobre todo en las artes visuales y la artesanía, y a menudo dejaba de lado otras formas como la poesía, la narración y el teatro.

Profesores participando en una actividad durante la formación. Foto: Slam Out Loud.

Desentrañar estas creencias tan arraigadas ha sido nuestro mayor reto. Nuestros primeros años estuvieron llenos de preguntas sobre su origen. Tras un sinfín de visitas y conversaciones con educadores, acabamos aprendiendo nuestra lección más importante: los profesores enseñaban arte de la misma manera que lo experimentaron como alumnos. Esta constatación nos llevó a cambiar la estructura de nuestras sesiones de formación, pasando de las mejores prácticas a una experiencia artística inmersiva. La formación es ahora un espacio sin prejuicios basado en la creación artística, la reflexión y la expresión, y cada sesión incluye un "micro abierto" en el que cualquiera es bienvenido a compartir. (Esta estrategia cristalizó para nosotros durante una sesión en particular, cuando una profesora que durante dos días se había mantenido casi callada se acercó al micrófono y recitó un poema sobre su nueva voz. Expresó su entusiasmo por recrear la misma experiencia para sus alumnos).

Entonces aprendimos otra lección importante: los educadores artísticos rara vez reciben reconocimiento por los asombrosos resultados que consiguen, lo que reduce su motivación para experimentar e innovar. Como respuesta, ahora trabajamos con organismos gubernamentales para formar criterios que identifiquen y recompensen a los profesores cada semana. Al dar a conocer su trabajo a los funcionarios del SCERT, pretendemos generar confianza entre los profesores y ayudarles a sentirse vistos, valorados y apreciados. 

Gracias a todas estas estrategias, en las escuelas públicas de la India está ocurriendo algo extraordinario. Las artes, antes confinadas a estructuras rígidas y resultados estéticos, están nivelando el terreno de juego y rompiendo las barreras económicas y sociales que suelen clasificar a los niños como "artistas" o "no artistas". Este cambio está llenando las aulas de amor, atención e inclusión, para que los niños puedan expresarse, desarrollar habilidades socioemocionales y brillar. 

Los niños representan una obra original. Foto: Slam Out Loud.

En ninguna parte es esto más evidente que en nuestras exposiciones de fin de curso, donde los niños representan sus obras de arte originales del año académico. Radiantes de confianza y alegría, estos niños utilizan su forma de arte preferida para expresarse sobre temas que les apasionan, como el cambio climático, la desigualdad de género y las emociones, por nombrar algunos. Las exposiciones también sirven para demostrar a los responsables políticos que la educación artística puede transformar la vida de un alumno.

Yuvraj, un alumno de sexto curso de Maharashtra, tenía problemas de dislexia y del habla. Se sentaba al final de la clase. Durante las sesiones, su profesor reconoció y apoyó la afición de Yuvraj por el rap. El rap se convirtió en su voz, y hoy, Yuvraj es el capitán de la clase, demostrando un profundo conocimiento de sí mismo y de sus compañeros. Otra alumna, que no podía oír ni hablar, encontró su poder en las imágenes y los dibujos. Sus compañeros celebraron su voz y se formaron nuevas conexiones. Deepak, de 14 años, encontró su voz a través de la poesía. Etiquetado como un alumno "medio", siempre se había preocupado por el medio ambiente. Al cabo de un año, empezó a actuar en el mayor festival de arte callejero de Asia, el Kala Ghoda Arts Festival. La historia de Deepak no sólo cambió la opinión que sus profesores tenían de él, sino también la de todos sus alumnos y la de ellos mismos.

¿Qué hace falta para que la educación artística se convierta en una prioridad sistémica, que afecte a la vida de todos los niños y les dé la capacidad de conducir sus propias narrativas? Supriya, una de nuestras alumnas, dijo una vez: "Los muros de este edificio llamado escuela son tan altos que sólo los ladrillos permiten ver el mundo exterior". Hacemos lo que hacemos para que el arte pueda ser una ventana en esos muros.

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