Cultivando el arte en el liderazgo: El desarrollo de los directores de viento en Chile

 
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Cultivando el arte en el liderazgo: El desarrollo de los directores de viento en Chile

Dr. Kevin Cameron, Director de Educación y Desarrollo Profesional de Maestros With a Mission Pty Ltd

04-02-2020
Foto: Kevin Cameron.

"¿Qué tan difícil puede ser?"

Esta fue mi mentalidad inicial en diciembre de 2019, cuando recibí la noticia de que iba a dirigir un Intensivo de Directores de Viento en Santiago como parte de mi trabajo con el Programa de Líderes Globales. Me encantó saber que uno de mis primeros mentores más importantes, el maestro Carl Hammond, también estaría en Santiago trabajando conmigo como co-clínico en este curso. Después de 30 años, esta reconexión profesional prometía una maravillosa experiencia de colaboración. Pero la idea de ir a Chile a trabajar con un grupo de directores que nunca había conocido, en un idioma que no hablo, con una banda que nunca había escuchado y en un país que se enfrenta a importantes retos sociales pronto me hizo reflexionar. A pesar de mi entusiasmo, esta misión iba a suponer un reto especial que debíamos superar.

En primer lugar, un poco de contexto sobre los intensivos de directores de orquesta. La formación de jóvenes directores de orquesta está muy desarrollada en algunos países. Muchas universidades e institutos de Estados Unidos, el Reino Unido y Europa ofrecen programas a medida para directores de orquesta, coro y banda a nivel de postgrado. En el resto del mundo, la situación es sorprendentemente fluida y depende de las personas que trabajan en las instituciones para establecer programas por sí mismas. Estos programas suelen servir de complemento a los programas de enseñanza y de conjuntos preexistentes. De este modo, puede resultar difícil para los directores de orquesta obtener la ayuda que necesitan para abordar los problemas, compartir conocimientos y recibir comentarios. Esto es especialmente cierto una vez que ya ocupan puestos, cuando la reputación profesional puede ser tan importante. Como directores, debemos ser un modelo de aprendizaje permanente para nuestros alumnos y reflexionar constantemente sobre cómo podemos infundir más eficazmente esta filosofía en nuestros conjuntos; debemos "predicar con el ejemplo". Pero es difícil encontrar oportunidades para fomentar de forma activa y segura la tutoría entre compañeros. La falta de oportunidades viables para el desarrollo de los directores es un problema grave que amenaza el desarrollo de los conjuntos en todas partes, especialmente en las escuelas y en la comunidad en general.

Desde el principio, este proyecto se enfrentó a algunos obstáculos. Se trataba del primer curso intensivo para directores de orquesta de viento que se ofrecía en Chile, por lo que tuvimos que construir un curso basado en lo que suponíamos que valorarían los participantes. También tuvimos que activar las redes para llegar a los posibles participantes. Un aspecto clave de cualquier intensivo para directores de orquesta es la capacidad y la calidad del conjunto clínico, e inicialmente nos encantó que se propusiera la PDI Banda Sinfónica de Santiago. Sin embargo, nos dimos cuenta de las posibles repercusiones negativas de colaborar con un conjunto apoyado por el gobierno; no estábamos seguros de que el proyecto atrajera a participantes de la dirección debido a la situación política de Chile, donde los recientes acontecimientos pueden haber socavado la confianza del público en las instituciones gubernamentales.

Por último, nos alegramos de que el proyecto estuviera totalmente reservado a las pocas horas del primer anuncio. La Banda Sinfónica del PDI, un grupo verdaderamente maravilloso de músicos profesionales muy consumados, representó los más altos estándares de su organización tanto en su musicalidad como en su compañerismo. Fue un placer para todos nosotros hacer música con este conjunto, y tendimos muchos puentes durante la semana a través de la música.

El autor con directores de orquesta.

La clase de diez participantes activos en el podio y cinco auditores procedía de una gran variedad de organizaciones, como bandas profesionales, grupos comunitarios y el sector educativo. Aunque la cohorte contaba con una gran experiencia, seguía existiendo una sed palpable de conocimiento y crecimiento compartido. Todas las mañanas nos reuníamos y completábamos módulos sobre temas de vital interés para los directores de orquesta, incluyendo una revisión de la técnica básica, técnicas de ensayo, estudio de partituras, selección de repertorio, programación, liderazgo, la importancia de la psicología positiva en los ensayos y los secretos de la gran dirección. Cada tarde, nuestros participantes dirigieron la PDI Banda Sinfónica a través de un repertorio diverso de obras que planteaban importantes retos técnicos y estilísticos.

¿Qué hemos conseguido? En primer lugar, la creación de un entorno colegiado positivo, en el que reconocíamos y celebrábamos la dirección como el mejor trabajo del mundo. Este entorno proporcionó un espacio seguro para un crecimiento extraordinario a través de la especulación, la asunción de riesgos, la experimentación y la colaboración. Todos los directores trabajaron muy duro, y con humildad, para mejorar su técnica, situando el arte en el centro de sus colaboraciones musicales. Uno de los directores se mostró inicialmente muy reservado y reacio a aceptar sugerencias, pero fue maravilloso celebrar su transformación a lo largo de la semana; empezó a confiar en nuestros comentarios y se sintió seguro al probar nuevos enfoques para mejorar sustancialmente su técnica y su compromiso con el conjunto. Mi colega clínico y yo esperamos que los directores asistentes sigan explorando estos nuevos aprendizajes y perspectivas filosóficas en sus propias comunidades musicales.

En un mundo cada vez más incierto, ha llegado el momento de que los artistas den un paso adelante e innoven soluciones. Tenemos que crear todas las oportunidades para que el arte innato de las personas brille más. Como comunidad musical internacional, debemos seguir trabajando para desarrollar y fomentar la capacidad continua de los directores en las áreas de arte, habilidad técnica, capacidad musical y trabajo positivo con la gente. Necesitamos líderes musicales fuertes que inspiren a otros, que ayuden a avivar la llama artística y que hagan que el mundo sea menos gris.

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