Enseñanza mutua, aprendizaje mutuo en el Programa Reina del Paraíso

 
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Enseñanza mutua, aprendizaje mutuo en el Programa Reina del Paraíso

Jesús Briceño, cofundador y director del Programa Reina del Paraíso, en declaraciones a The Ensemble

03-05-2024

Nota del editor: En este artículo, celebramos un tipo particular de logro: compartir la propia cultura de aprendizaje musical con una cultura completamente diferente, respetando al mismo tiempo las diferencias de cada cultura. En nuestro ámbito, cada vez más globalizado, este tipo de iniciativas son cada vez más habituales y requieren imaginación, atención sutil y respeto mutuo. La clave parece ser la adaptabilidad creativa y mutua.

Violinistas saludando con gorros de Papá Noel. Foto: Reina del Paraíso.

El 10 de diciembre de 2023, una audiencia de 500 personas se reunió en la comunidad pesquera de Vanimo, Papúa Nueva Guinea, para asistir a un concierto de dos horas interpretado por los conjuntos orquestales, corales y de flautas dulces juveniles del Programa Reina del Paraíso. El variado repertorio de 36 piezas abarcó desde la obra de Merle Isaac Suite Apolode Merle Isaac Oboe de Gabrielde Ennio Morricone, y el Ave María a una serie de villancicos y, por supuesto, un conjunto de principiantes interpretando "Twinkle, Twinkle, Little Star".

El concierto fue recibido con enérgicos aplausos por la energía musical y la pasión de los jóvenes, especialmente notables porque este tipo de conciertos son una tradición reciente para la comunidad. Dice el maestro Jesús Briceño, cofundador y director del programa: "Cuando llegué a Vanimo en octubre de 2018, ¡me encontré con un maravilloso grupo de niños que habían estado esperando ansiosamente mi llegada durante varios días! Estaban entusiasmados por aprender qué era un instrumento musical y querían empezar a tocar enseguida."

El maestro Jesús Briceñodirigiendo a los alumnos de coro y orquesta. Foto: Reina del Paraíso.

El Maestro Briceño ayudó a formar un conjunto de 55 niños de 9 a 14 años, que empezaron a reunirse de martes a sábado para aprender flauta dulce, lenguaje musical, coro y, violín, mediante el modelo de conjunto inclusivo desarrollado por El Sistema de Venezuela, en el que el Maestro había crecido y se había convertido en violinista y director musical nucléo. Dos meses después, los jóvenes presentaron sus primeros conciertos de Navidad en cada uno de los cuatro pueblos que constituyen Vanimo. Tocaron los conjuntos de flauta dulce y violín, y el coro cantó piezas a dos y tres voces, entre ellas "Dona Nobis Pacem", el himno sudafricano "Siyahamba" y villancicos.

Los padres y la comunidad de Vanimo, dice el Maestro Briceño, estaban descubriendo que el aprendizaje de la música de conjunto era una clara contribución a la vida de sus hijos, y en esos dos primeros meses, su apoyo fue evidente: "Construyeron plataformas improvisadas para conciertos en sus aldeas, hicieron comidas para todos los niños y colaboraron de diversas maneras para que las presentaciones de sus hijos tuvieran éxito."

Grupo completo de niños y Jesús en la playa. Foto: Reina del Paraíso.

Al año siguiente, el maestro Briceño añadió y enseñó viola, violonchelo y contrabajo, con el objetivo de formar la primera orquesta de cuerda del país. Como en El Sistema, la tutoría y la enseñanza entre iguales fueron fundamentales en el proceso. En palabras del maestro Briceño "Cada niño con mayor conocimiento en su disciplina musical -ya sea instrumento de cuerda, flauta dulce o voz- ayuda a los que son más nuevos o tienen menos experiencia. El efecto se contagia a todo el programa".

El programa Reina del Paraíso fue originalmente una idea del Padre Miguel de la Calle, sacerdote de la misión IVE (Instituto del Verbo Encarnado) en Papúa Nueva Guinea. El Padre Miguel, dice el Maestro Briceño, "confió plenamente, desde el primer día, en el poder de la música para cambiar positivamente vidas." La misión financia y apoya todos los aspectos del programa, desde los instrumentos hasta el transporte y la comida; dos de las Hermanas de la Misión ayudan con los alumnos de coro y flauta dulce, de edades comprendidas entre los 9 y los 18 años.

Jesús dirigiendo el coro de niños. Foto: Reina del Paraíso.

En la actualidad, el programa incluye a 80 niños en tres conjuntos: orquesta de cuerda, coro y coro de flautas dulces. El maestro Briceño espera que en 2024 el programa pueda añadir 30 niños más, incorporar un conjunto de viento e invitar a profesores del Sistema Venezolano a Vanimo. Y aspira a llevar al menos un conjunto a actuar en un festival internacional en Indonesia.

"Todos los conjuntos han mostrado una gran evolución, tanto individual como colectiva", afirma. Añade que varios de los alumnos mayores han surgido como nuevos líderes del programa. "Estos jóvenes líderes han asumido su responsabilidad con compromiso; del mismo modo, los niños menos avanzados responden con alegría a lo que les ofrecen sus compañeros más avanzados". En particular, menciona a Eliora, que entró en el programa a los 13 años y aportó mucho amor y dedicación para acabar convirtiéndose en concertino e instructor de cuerda, y a Jackson, que empezó a los 11 años, viajando 45 minutos cada día de ida y vuelta a un pueblo remoto, y ahora es instructor de viola.

"Este florecimiento de la dedicación a la enseñanza y el aprendizaje mutuos", dice el maestro Briceño, "significa que el programa tendrá, sin duda, un hermoso futuro".

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