Nación Musical Haitiana: Forjando caminos con BLUME Haití

 
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Nación Musical Haitiana: Forjando caminos con BLUME Haití

Janet Anthony, profesora emérita de violonchelo de la Universidad de Lawrence; cofundadora y directora ejecutiva de BLUME Haití

05-04-2022

Instituto de la Orquesta de Haití, 2018, con los directores Thierry Fischer y Pierre Leroy. Foto: BLUME Haití.

Haití ha sufrido una serie de calamidades continuas en los últimos años: el catastrófico terremoto de 2010, años de disturbios y un asesinato presidencial en julio de 2021, un terremoto de magnitud 7,2 combinado con una tormenta tropical en agosto de 2021, y una epidemia continua de secuestros y violencia de las bandas. Estas dificultades siguen magnificándose en los últimos meses.

El acceso a la educación musical puede ser un potente antídoto contra la desesperación para los estudiantes y sus profesores, las familias y las comunidades, una de las pocas formas en que personas de clases sociales muy diferentes en Haití pueden reunirse e interactuar como iguales. Como dijo uno de nuestros participantes en la beca, "la música le ayuda a uno a ser humano".

Desde el terremoto de 2010, hemos visto un crecimiento explosivo de los programas musicales en todo el país. Desde los centros urbanos hasta las zonas rurales, los padres y las comunidades ven la educación musical como una forma de orientar a sus hijos lejos de las bandas, la violencia, la prostitución y las drogas, y hacia el desarrollo de habilidades para la vida y, para algunos, ganarse la vida con la música.

Desde casi mi primera visita a Haití en 1996 hasta mi jubilación en la Universidad de Lawrence en 2018, llevé conmigo a estudiantes universitarios: más de 70 estudiantes a lo largo de los años. Tras el terremoto de 2010, antiguos estudiantes y otros voluntarios me animaron a crear BLUME Haití, una pequeña organización que trabaja para ayudar a fortalecer el ecosistema de la educación musical en todo el país. Desde 2012, nos hemos asociado con escuelas de música de todo Haití para ayudar a los jóvenes músicos, a sus profesores y a sus comunidades a utilizar el impacto transformador de la educación musical para desarrollar habilidades de liderazgo, despertar el potencial individual y crear oportunidades de colaboración cívica y desarrollo económico, a través de la búsqueda compartida de la excelencia musical.

Campamento de verano de la Escuela de Música Pierre Payen. Foto: BLUME Haití.

Tras haber realizado recientemente dos breves visitas a Haití, las primeras desde marzo de 2020, me complace informar de que, a pesar de todos los pronósticos, la mayoría de nuestros más de cincuenta programas asociados están funcionando a niveles bastante normales: se están celebrando conciertos y recitales; los niños están recibiendo clases; se están impartiendo clases teóricas; se están reparando instrumentos. Es una maravilla.

Seguimos con nuestro pivote Covid, con amplias oportunidades de aprendizaje en línea sobre temas como la reparación de instrumentos de banda, la teoría musical, la pedagogía instrumental y vocal, etc. Estas ofertas han despertado un gran interés en todo el país.

En un reciente retiro del consejo de administración, invitamos a los directores de dos escuelas de música a que nos hablaran y nos explicaran la batalla diaria a la que muchos se enfrentan para mantener sus programas musicales en funcionamiento. Fue gratificante comprobar que nuestro apoyo se ajusta a los objetivos que ellos identificaron como más importantes: apoyo salarial, desarrollo profesional, instrumentos, "doctores" de instrumentos (técnicos de reparación) y archivos, con el objetivo de mantener y dar a conocer la larga y maravillosa historia de la música artística haitiana.

Gracias a nuestra asociación a largo plazo con Luthiers sin Fronteras (rama del Reino Unido), ahora hay cuatro luthiers altamente profesionales en Haití, y la mayoría de los programas de cuerdas tienen acceso a alguien capaz de mantener su stock de instrumentos. Gracias a la generosidad y la previsión de una serie de colaboradores -el Rotary Club de Naperville, Illinois; Music Fund, en Bélgica, y muchos particulares- pudimos poner en marcha un programa de reparación de instrumentos para bandas en septiembre de 2021.

Hemos contratado a un técnico de reparación haitiano formado por Music Fund, primero en Cabo Haitiano y luego como aprendiz en Bélgica. Herold Jean Pierre, un excelente profesor, ha desarrollado cuatro módulos de formación que impartirá por todo el país. A finales de abril, habrá trabajado con unos 120 participantes en talleres de 66 programas en cada una de las diez provincias de Haití. Prevemos tres centros principales de reparación de instrumentos de banda con excelente capacidad en términos de recursos humanos y materiales: en la capital de Puerto Príncipe, el sur (Jacmel) y el norte (Cabo Haitiano). También esperamos proporcionar a todos los programas participantes un "kit de inicio" de herramientas y suministros de reparación, para que los directores de las bandas no tengan que desplazarse para realizar pequeñas reparaciones en los instrumentos que se utilizan constantemente.

Seminario de reparación de instrumentos de la banda BLUME Haití, Puerto Príncipe. Foto: BLUME Haití.

Por último, nos dedicamos a reunir a los músicos. Antes de Covid, nuestro apoyo a los campamentos de verano nacionales permitió a los participantes darse cuenta de que formaban parte de una cohorte de personas apasionadas por las mismas cosas. Nuestro trabajo con los músicos de la Sinfónica de Utah condujo a la creación del Instituto de la Orquesta de Haití (HOI), una extraordinaria adición al tejido de la vida musical en Haití que reúne a un centenar de los más consumados músicos de formación clásica del país con los músicos de la Sinfónica de Utah y su maestro, Thierry Fischer, durante una semana de trabajo intensivo. Esto ha creado un grupo de músicos de todos los orígenes sociales y económicos que tienen la experiencia compartida de trabajar juntos para lograr un resultado que inspira a la gente tanto dentro como fuera de Haití. En un país en el que tantas cosas se dejan a medias, en el que tantas cosas van mal, ¡esto definitivamente va bien!

Incluso en esta época de Covid, hemos visto el entusiasmo que produce la gente al establecer conexiones y crear una comunidad con otras personas en todo el país. El acceso a Internet en Haití no es un hecho; de hecho, hay muy poca electricidad regular en la mayor parte del país. La gente planea cuidadosamente tener sus teléfonos cargados para una clase de Zoom, pero si llueve... todo se acaba. A pesar de estos problemas, es emocionante ver cómo se establecen conexiones en los grupos en línea que hemos facilitado.

Las escuelas de música suelen funcionar como puertos seguros en entornos caóticos. Siempre ha sido inspirador y humilde ver hasta dónde llega la gente para llegar a sus escuelas de música. Como me dijo otro becario: "El sol sale cada día... debemos seguir viviendo, pase lo que pase". Es un honor y un privilegio para nosotros acompañar a los programas de música de todo Haití en su trabajo diario para construir una vida mejor para sus estudiantes, personal, familias y comunidades a través de la educación musical.

BLUME Haití, Haití, Janet Anthony, mayo de 2022

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