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Tricia Tunstall

12-01-2017

Un programa estadounidense de El Sistema ha sido noticia este mes a nivel nacional: YOLA, el programa de orquesta juvenil de la Filarmónica de Los Ángeles, tendrá un nuevo centro musical diseñado por Frank Gehry. Gehry es el famoso arquitecto responsable del Walt Disney Hall, la famosa y fantástica sala de conciertos de la Filarmónica de Los Ángeles. El centro YOLA, de 17.000 pies cuadrados, permitirá al programa duplicar sus participantes en los próximos cinco años.

Hay dos maneras en las que he escuchado a la gente del Sistema responder a este anuncio. "¡Qué bueno que YOLA está recibiendo capacidad adicional para hacer una diferencia para los niños en L.A.!" - es una reacción genuina. Pero la envidia es otra, y es comprensible; hay una brecha enorme entre el nivel de apoyo de YOLA y los recursos más modestos de la mayoría de los más de 100 otros programas inspirados por Sistema en todo EE.UU. La mayoría de los líderes de programas no tienen el lujo de duplicar su capacidad en un nuevo espacio glorioso diseñado por una luminaria.

Así que he estado pensando: ¿Cómo podemos, como campo dedicado a la equidad y al acceso compartido, afrontar el gran éxito de un programa, un éxito que, a primera vista, no redunda en todos los programas? ¿El gran perfil de un programa simplemente dramatiza los medios limitados de otros programas?

Sugiero que hay otro paradigma que podemos adoptar. Veamos cómo enseñamos a nuestros jóvenes a responder a los éxitos de sus compañeros. Si uno de nuestros chicos gana una audición o una beca, y se mantiene vinculado de algún modo a su programa, su éxito puede suponer un impulso que lo eleve todo: al inspirar a otros chicos, al proporcionar un modelo de conducta y al atraer la atención del público hacia el programa.

Del mismo modo, la buena suerte de un programa puede despertar la inspiración y el apoyo en torno a otros programas. "Esto es lo mucho que Los Ángeles valora su programa Sistema", podemos decir - a los financiadores, a los líderes cívicos, a los medios de comunicación. "Esto es lo mucho que importamos". Además, la publicidad de un programa puede significar una mayor exposición para todos. Cuando un programa tiene una gran victoria, hay que aumentar la intención por parte de todos de publicitar y reforzar el alcance nacional de nuestro movimiento.

Esta forma de pensar no es natural en nuestra cultura del juego de suma cero. Depende de nosotros modelarlo. Bravo, YOLA. Y bravi, tutti.

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