El apoyo del gobierno es esencial, especialmente en este momento

 
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El apoyo del gobierno es esencial, especialmente en este momento

Eldevina Materula, Ministra de Cultura y Turismo de la República de Mozambique; fundadora de la Orquesta Xiquitsi, Mozambique

10-07-2020

La pandemia del COVID-19 ha afectado profundamente a muchos sectores económicos de todo el mundo, y en especial a las industrias culturales y creativas. Las infraestructuras del patrimonio cultural, los museos, las bibliotecas, las galerías, los cines y las instituciones de educación artística se han cerrado. Se han cancelado espectáculos, exposiciones, ferias, turismo cultural y oportunidades de intercambio internacional para los artistas. Millones de artistas han perdido sus puestos de trabajo, y la gente de todo el mundo ha perdido el acceso a la vida cultural. Menos visibles, pero igualmente importantes, son los millones de personas cuyos empleos dependen del trabajo de los artistas.

Pero, ¿pueden las artes detenerse realmente? Esta pregunta es como preguntar: "¿Puede detenerse la vida?". Por supuesto, la respuesta es no. Además del importante papel económico de las artes y el sector creativo, las artes y la cultura también desempeñan un papel social de inconmensurable impacto al crear los mensajes a través de los cuales los pueblos, las sociedades y los grupos sociales se comunican entre sí.

Cuando era un joven artista docente que trabajaba con el programa NEOJIBA, inspirado en el Sistema, en Salvador (Brasil), descubrí que estaba haciendo algo más que enseñar a tocar el oboe: estaba dando a los niños y jóvenes de la región el lenguaje que necesitan para crear una comunidad juvenil vibrante y saludable. Esencialmente, el programa les ofrecía una forma de construir una "banda" en torno a la música, en lugar de en torno a las drogas y la violencia. A los tres meses de tocar sus primeras notas, mis alumnos habían creado una nueva página de Facebook para estudiantes de oboe de NEOJIBA. Vi entonces que la creación de una orquesta juvenil no consiste únicamente en dominar una forma de "altas artes", sino también en la creación de solidaridad y conexión entre compañeros, sin las cuales la sociedad no puede prosperar. (¡Les deseo un feliz 13º cumpleaños a mis queridos amigos y alumnos de Neojibá!)

Más tarde, cuando decidí crear una orquesta juvenil en mi país, Mozambique, no olvidé esta lección. Algunos me llamaron loco por intentar crear algo así en un país que no tenía orquestas. Sin embargo, sabía que una orquesta juvenil aportaría a los jóvenes nuevas formas de estar juntos y de comunicarse entre sí. Así que creé el Proyecto Xiquitsi, que se ha convertido en una parte floreciente de la cultura juvenil de mi país.

NEOJIBA y Xiquitsi están a miles de kilómetros de distancia, en continentes diferentes. Pero comparten similitudes: ambas trabajan con niños de entornos de riesgo en zonas de gran pobreza. ¿Cómo han conseguido sobrevivir y prosperar? Hay una razón primordial: ambos programas convencieron a sus gobiernos de que su trabajo era necesario para el bienestar social. En NEOJIBA, los funcionarios gubernamentales, tanto a nivel municipal como provincial, son constantemente invitados a asistir a los conciertos y a recorrer las instalaciones. Estos funcionarios aprenden de primera mano que NEOJIBA construye una cultura juvenil que puede ayudar a forjar un futuro positivo para sus comunidades.

Y en Mozambique, una vez que la orquesta juvenil fue una realidad, los ministerios de educación y cultura del gobierno comprendieron su importancia. El apoyo del gobierno a Xiquitsi y a proyectos similares es fundamental para mantener el progreso de nuestro país hacia un futuro en el que los jóvenes creen un futuro mejor para sí mismos.

Por eso es deber de los gobiernos a todos los niveles, y de organizaciones internacionales como la UNESCO, animar a los artistas de todo tipo a seguir creando canciones, bailes, pinturas, esculturas, poemas, libros, películas y espectáculos. Transmitidas a través de plataformas digitales, todas estas formas de arte pueden llegar a los hogares de todo el mundo, contribuyendo a la salud mental de las familias y las sociedades y transmitiendo mensajes públicos vitales sobre cómo promover la salud pública y prevenir la infección durante la pandemia. Por ello, los gobiernos y las organizaciones de ayuda deben apoyar las actividades culturales con especial vigor, ahora mismo; son vitales para el desarrollo de la cohesión social que necesitamos para salir de esta crisis fuertes y preparados para seguir adelante.

Editorial