Curar, no componer: Estrategias para una colaboración sana en el aula

 
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Curar, no componer: Estrategias para una colaboración sana en el aula

Mike Roberts, compositor y artista sonoro especializado en música electrónica, coral y comunitaria; Fundador/Jefe del Departamento de Música Electrónica y Producida de la Guildhall School of Music and Drama, Londres, Reino Unido.

05-01-2024

El autor (camisa blanca) dirige un círculo de tambores en un granero medieval, utilizando herramientas y aperos de labranza.

Fue durante un ensayo del coro, a los nueve años, cuando decidí convertirme en compositor. El coro era un oasis de alegría en una experiencia escolar por lo demás difícil; simplemente vivía cada oportunidad de cantar. Desde entonces, me ha alegrado ser testigo, una y otra vez, del poder transformador de la música en la comunidad: nunca mejor dicho, en las comunidades de cantantes, y nunca mejor dicho, cuando esos cantantes pueden componer sus propias canciones.

Mi primera experiencia escribiendo en colaboración con un coro fue un auténtico cambio de paradigma. Me encargaron poner música a una adaptación de la novela Noticias de ninguna parte de William Morris, un escritor que creía que la felicidad está directamente relacionada con la oportunidad creativa y que el arte debe ser para todos y no para unos pocos privilegiados. Su mensaje resonó en mí, y decidí que todos los implicados debían tener la oportunidad de participar en la creación de la composición: ¡música por y para el pueblo! Así que programamos una serie de talleres creativos de seis semanas de duración de los que surgieron más de 350 ideas musicales distintas y muy aprovechables creadas por los participantes para que yo las entretejiera en 70 minutos de música. Así nació la "Sinfonía de la Fraternidad News from Nowhere."

Taller con el autor (de pie) y la soprano Joyce DiDonato (centro, camisa negra).

Es mucho más probable que la gente se "apropie" de un proyecto en el que ha participado creativamente. A lo largo de los años transcurridos desde News from Nowhere, he desarrollado una serie de estrategias para implicar a músicos y no músicos de todas las procedencias en el proceso creativo de hacer música, la mayoría de las veces con coros. He empleado estas estrategias en proyectos recientes como Cantando nuestras vidasque reúne a personas desplazadas, solicitantes de asilo y comunidades locales para componer nueva música, y el proyecto EDEN de Joyce DiDonato de Joyce DiDonato (apoyado por el ITAC), que utiliza ejercicios creativos para impulsar a los jóvenes a la acción medioambiental. (A continuación se ofrecen enlaces a más detalles sobre estos proyectos, incluido material gratuito para actuaciones).

He llegado a considerar este proceso como un proceso de selección, más que de composición. En el proceso de selección, el primer principio es receptividad. Trato de abordar el proyecto sin ideas musicales preconcebidas que corran el riesgo de atrofiar las voces de los demás y pasar por alto sus experiencias vividas.

El segundo principio es preparación. Antes de planificar nada, intento averiguar todo lo que puedo sobre el grupo participante, asistiendo a sus actividades como observador objetivo. Si eso no es posible (como podría ser el caso, por ejemplo, de participantes encarcelados), me comunico con quienes trabajan normalmente con el grupo.

El tercer principio es accesibilidad. Las actividades FAB (Fun, Achievable, Beneficial) tienen más probabilidades de suscitar ideas musicales genuinas que las actividades con un nivel de logro percibido. Mi objetivo es que los participantes piensen: "Esto es algo que puedo hacer", y luego llevarles a un viaje que les haga pensar: "Vaya, no me había dado cuenta de que podía hacer eso...". eso." Es un delicado equilibrio que se reduce a planificar actividades agradables y colaborativas adaptadas a la comodidad del grupo, no a la mía.

He aquí algunas prácticas que me han resultado útiles para crear accesibilidad.

Círculos de tambores: Como actividad básica que puede aumentar rápidamente en complejidad, he descubierto que los círculos de tambores no tienen rival a la hora de proporcionar a los participantes sensaciones de éxito. Y sus conceptos pueden adaptarse fácilmente. En una ocasión, utilizamos material de granero, como cubos y tablas de lavar; en otra, las restricciones carcelarias nos llevaron a convertir cajas de cartón resistentes en cajones improvisados.

Círculo de tambores con el autor (en el centro, camisa azul) y alumnos de la Bishop Ramsey School, Ruislip, Reino Unido.

Soluciones técnicas: Hay muchos ejemplos, pero destacaré tres que me han resultado extremadamente útiles (véase este "Taller de bloqueo.")

    • Cajas de música de tarjetas perforadas, una forma táctil de explorar patrones de tono diatónico
    • La aplicación gratuita PhonoPaper, que convierte imágenes en sonido, ayudando a los participantes a dibujar melodías y otras ideas musicales.
    • Pequeños dispositivos de grabación de audio, para grabar el material que se produce

Improvisación vocal: Suelo pasar del círculo de tambores directamente a la improvisación vocal, ya que es importante enmarcar esta actividad en una atmósfera de confianza. Animados por el éxito de la improvisación rítmica, los participantes improvisan en un grupo receptivo. Me moveré por el espacio con un discreto dispositivo de grabación, para poder desentrañar más tarde los distintos hilos del material.

Consideraciones temáticas: A menos que el proyecto sea "música por la música", es importante que todos tengan presente el tema del proyecto. Lo ideal es que la participación se inspire en el tema y se exprese a través de la actividad musical.

El último principio es autenticidad. Mi método consiste en ayudar a los participantes a crear el ADN, los motivos y el gancho de la canción. Yo me encargo del elemento "artesanal" después del taller. La autenticidad es clave para garantizar que sólo utilizo el material de los participantes -todo lo que puedo- y me centro en el tema o temas que han elegido.

Estos principios y prácticas me han ayudado a comisariar la creación de canciones verdaderamente colaborativas, canciones que han fluido orgánicamente a partir de las aportaciones de los participantes en el proyecto.

Para ver el cancionero de EDEN haga clic aquí.

Para ver otras piezas corales en colaboración, haga clic aquí.