La Casa de los Buenos Tonos de Bosnia: Ampliando el alcance de un programa musical

 
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La Casa de los Buenos Tonos de Bosnia: Ampliando el alcance de un programa musical

Tricia Tunstall en conversación con Ismar Porić, fundador/director de House of Good Tones Srebrenica

04-07-2021

¿Han pensado alguna vez usted o sus colegas en responder a las dificultades pandémicas y las tensiones políticas construyendo un centro multimedia? La Casa de los Buenos Tonos (HOGT) de Srebrenica (Bosnia y Herzegovina), inspirada por el Sistema, no sólo lo pensó, sino que lo hizo, y es una respuesta menos improbable de lo que se cree.

El fundador y director del programa, Ismar Porić, me dijo que él y sus colegas estaban cada vez más preocupados por el inquietante aumento del nacionalismo y la incitación al odio en su ciudad y en su país durante el último año. Esta era una tendencia especialmente preocupante en la ciudad que en 1995 sufrió el peor genocidio en Europa desde el Holocausto. Muchas de las familias del programa proceden del lado de las víctimas o de los autores de la calamidad.

Por lo tanto, Ismar y su personal tomaron la decisión consciente de que, además de continuar con las actividades musicales en la medida de lo posible durante la pandemia, con los niños jugando juntos de manera socialmente distanciada y recibiendo instrucción en línea, HOGT se encargaría de la educación cívica, social y emocional de sus estudiantes de manera más enfocada también. Convirtieron la sala más grande de su edificio en un hermoso centro de investigación para sus jóvenes, construyendo escritorios y estanterías, acumulando una biblioteca y adquiriendo ordenadores, un proyector y una pizarra inteligente. En una serie de talleres educativos interactivos, los estudiantes están adquiriendo habilidades de pensamiento crítico y alfabetización mediática, y están aprendiendo sobre derechos humanos y activismo.

Una reunión del consejo de padres.

Al mismo tiempo, durante la pandemia se ha animado a los estudiantes a aumentar su participación activa en la vida cívica de su comunidad, limpiando y reforestando parques y proporcionando a las familias necesitadas desde mascarillas y primeros auxilios hasta mermeladas y salsas de tomate elaboradas por los propios estudiantes y procedentes de agricultores locales.

HOGT trabaja con un Consejo de Padres que se reúne regularmente para ayudar a determinar qué actividades ayudarán más a sus hijos y a la comunidad. Ismar señala que es la primera vez que esta ciudad, históricamente dividida, cuenta con un grupo de padres multiétnico que decide conjuntamente lo que es mejor para sus hijos. La semilla de este logro surgió en los primeros años de HOGT, cuando los padres de ambas facciones hacían de acompañantes en los viajes de representación de larga distancia con sus hijos; los niños se relacionaban rápidamente, pero los padres no tenían mucho que ver entre sí. Ahora, después de años de confianza mediante el cuidado mutuo del conjunto musical, trabajan juntos en beneficio de todos los niños del programa.

Conjunto coral grabando una nueva canción.

Ismar aclara que las nuevas actividades de los alumnos no sustituyen al programa de música. El coro y la música instrumental son fundamentales para proporcionar un entorno protector, dice, en el que los niños y los jóvenes aprenden "el diálogo intercultural, la comprensión y la cooperación mutua para fortalecer su participación en el entorno local y la sociedad". Pero considera que la ampliación a nuevos tipos de aprendizaje cívico es vital en este momento, debido al actual aumento del nacionalismo y la xenofobia en Srebrenica y en todo el país. "Esta ciudad puede ser conducida a un futuro mejor", dice, "sólo por los niños que nacen y crecen en ella". Espera que el trabajo de HOGT ayude a establecer nuevas narrativas y nuevas resistencias entre los jóvenes de la ciudad.

Está claro que Ismar sueña a lo grande. En el horizonte de su visión está la creación de un centro internacional de paz en la campiña bosnia, donde personas de todo el mundo vendrán a elaborar estrategias para construir la paz a escala local y mundial. "¿Qué mejor lugar para venir a crear la paz que este hermoso lugar que fue el hogar de tal horror?" pregunta Ismar. "Y siempre habrá música en nuestro centro de paz". Por ahora, él y su equipo se concentran en ayudar a los alumnos de la Casa de los Buenos Tonos a navegar por un mundo peligroso y a crear un ejemplo local de lo que puede ser una comunidad mejor.

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