Atención, pagada

 
El Ensemble busca conectar e informar a todas las personas que están comprometidas con la educación musical de conjunto para el empoderamiento de los jóvenes y el cambio social.

Atención, pagada

Pedro Zenteno, Director Académico, Programa de Líderes Globales

03-02-2022
Pedro Zenteno.

La vida es la suma total de aquello a lo que prestamos atención.

La idea de la atención ha cobrado gran importancia en los últimos años, en particular la idea de que podríamos ser menos capaces de prestar atención en el nuevo panorama en el que se desarrollan nuestras vidas. Aunque la preocupación por la capacidad de atención del ser humano puede ser tan antigua como el hilo negro, hay suficientes pruebas científicas y experiencias vividas para creer que el enfoque actual sobre nuestra perenne lucha por prestar atención puede estar en un punto álgido. Desde los libros más vendidos hasta los documentales de Netflix, los expertos destacan diferentes factores de nuestra vida cotidiana que contribuyen a un cambio en el entorno atencional. El modelo de negocio de las plataformas de medios sociales, los picos y valles inducidos por nuestra dieta, la calidad de nuestro sueño... todo parece desempeñar un papel en la creación de este cambio. (Para los interesados en este tema general, el libro Stolen Focus, de Johann Hari, es un buen punto de partida).Mi interés particular es el papel que desempeñan los artistas y los líderes artísticos en esta conversación.

I. Los artistas pueden amplificar y profundizar la experiencia sentida de la atención. Hace unos 15 años, me reuní con mi tía para entrevistar a un reconocido poeta chileno, Nicanor Parra, en su casa. Parra inició la conversación describiendo las manzanas que crecían en su patio trasero. Su descripción fue cautivadora, en parte porque la escena y el tema parecían aleatorios y sorprendentes, pero también porque -como haría un poeta- tenía una forma de recorrer los diferentes matices de la experiencia de morder una manzana que la hacía parecer una hazaña sensorial. Desde el olor hasta los colores, pasando por las texturas y el sabor, transformó por completo el encuentro que íbamos a tener con su manzano. A primera vista, las manzanas eran más feas y menos apetecibles de lo que esperaba; como mucho, manzanas normales.Pero a pesar de su falta de color, su piel gruesa y su sabor agrio, nunca olvidaré ese momento. Por primera vez, me habían preparado para experimentar una manzana. Mi atención había sido guiada de una manera que abrió mis sentidos e hizo que morder una fruta anodina se sintiera como una escena atesorada de la infancia.

Incluso una manzana "fea" es digna de atención.

II. Los artistas practican un tipo de atención sostenida que conduce a la excelencia. Como estudiante de piano motivado, comprendí el tipo de atención que se necesita en las últimas semanas previas a una actuación. "El precio de la excelencia es la eterna vigilancia", era el lema de mi profesor. La vigilancia es un tipo de atención que requiere disciplina y resistencia, y que es alimentada por artistas de la enseñanza dedicados que utilizan sus habilidades para preparar la atención de sus estudiantes para un nuevo e interminable encuentro con las obras de arte.

III. Los artistas tienen una capacidad especial para la transformación lúdica de la atención y la percepción. Cuando Antanas Mockus asumió el cargo de alcalde de Bogotá en 1995, se enfrentó a una tarea aparentemente imposible: restaurar el sentimiento de ciudadanía en una ciudad que era entonces una de las más caóticas, peligrosas y corruptas de América.Como los métodos convencionales para lograrlo eran inútiles, una de sus primeras medidas como alcalde fue despedir a los policías de tráfico corruptos y contratar a artistas de la pantomima que, a pesar de no tener autoridad para hacer cumplir la ley, se las arreglaron para convertir los pasos de peatones y los semáforos en un teatro de valores cívicos. Si eras un conductor maleducado o violento, estos artistas de la pantomima dirigían la atención de los peatones hacia ti, domesticando la violencia y la indiferencia mediante la diversión participativa. Mockus no sólo comprendió el poder del artista para dirigir la atención de la gente; fue un paso más allá para aprovechar ese poder como mecanismo de impacto cívico.

Los artistas aportan estas cualidades únicas al cambiante entorno actual de la atención. Su capacidad para captar la atención de la gente y guiarla hacia resultados personales y cívicos positivos puede ser una virtud que merezca la pena explicitar en la formación profesional de los artistas y empresarios del arte. Dedicar tiempo a pensar en esto parece cada vez más urgente en los tiempos de información y desconcierto en los que vivimos.Aunque esto es sólo un punto de partida, si los profesionales de las artes toman conciencia explícita de cómo su práctica se conecta con el concepto de atención, que tiene textura y gana tracción, pueden empezar a notar nuevas oportunidades para los estudiantes, así como ideas de valor añadido para las organizaciones artísticas.

Editorial
Compartir

Copyright 2022 Ensemble News