El arte cura: El arte como necesidad básica en contextos humanitarios

 
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El arte cura: El arte como necesidad básica en contextos humanitarios

Samar Bandak, Director de Comunicación Global, Community Arts Network

03-05-2024

Llevo casi quince años trabajando en el sector humanitario tanto en Jordania como en Líbano, que tienen el mayor número de refugiados per cápita del mundo. Durante este tiempo, he conocido miles de historias de vida: de personas que perdieron sus hogares, sus posesiones y sus vidas establecidas; de niños traumatizados y seres queridos que se han ido; de crisis sanitarias extremas, tanto mentales como físicas. Sin embargo, a pesar de las penurias que revelan, estas historias siempre han tenido más que ver con la valentía, la fuerza, la resistencia, la fe y el amor.

Mapa de la región

Los pueblos de la región siguen teniendo muchas necesidades, que requieren una ayuda humanitaria masiva. Pero quizá la más fuerte de estas necesidades -aunque rara vez se verbalice- sea su anhelo de esperanza.

Recuerdo la sala de conciertos durante la primera actuación de un programa para refugiados en Jordania que ayudé a establecer, el primero de este tipo allí. Asistieron cientos de familias sirias, iraquíes y jordanas. Los padres expresaron que nunca habían sentido ese tipo de alegría desde que abandonaron sus hogares en Siria. Una madre, después de ver a su hijo traumatizado, que solía ser violento con los demás, interactuando orgullosa y alegremente con sus compañeros en el escenario, dijo que ni siquiera el asesoramiento podría haber logrado tales resultados. No podía creer lo que veían sus ojos.

Ese día, empecé a ver el impacto en cascada de las artes en las personas desplazadas, desde el niño a su familia, a su comunidad y a su comunidad de acogida. Por supuesto, como muchos otros en este campo, también he visto que las cosas van en sentido contrario. Esto plantea preguntas: ¿cuáles son los ingredientes de un programa artístico comunitario útil y de impacto en un contexto humanitario? ¿Y qué distingue a los programas artísticos de los sistemas de apoyo psicosocial o los programas deportivos que podrían lograr resultados similares? Resulta crucial explorar las respuestas a estas preguntas, con fines de promoción y recaudación de fondos, sí, pero también para identificar los mejores tipos de apoyo posibles para grupos específicos.

 Para compartir lo que he aprendido trabajando sobre el terreno tanto en Jordania como en el Líbano, los programas artísticos deben:

  • Adaptarse al contexto, tener en cuenta las diferencias culturales y actuar a escala local.Respetar y celebrar el patrimonio cultural, las tradiciones y los valores.
  • Plan a corto y largo plazo. A menudo, estos grupos experimentan múltiples desplazamientos, por lo que es importante evaluar la viabilidad de los programas a largo plazo, aplicando el cambio gradualmente y reevaluando a cada paso.
  • Dar tiempo a la gente para que experimente el programa y su impacto. La mayoría de los programas se enfrentarán al rechazo inicial de padres, líderes comunitarios y financiadores que consideran las artes un lujo cuando muchos se ven privados de necesidades vitales "básicas". Esos opositores se convierten en defensores de primera línea una vez que experimentan el impacto del programa.
  • Adoptar un enfoque que tenga en cuenta los traumas y políticas de salvaguarda cuando se trabaje con poblaciones desplazadas, especialmente niños, para garantizar que el programa responda adecuadamente a las necesidades emocionales. Esto incluye identificar a educadores/artistas que tengan instintos internos para un enfoque humano y proporcionarles formación especializada. También es crucial integrar servicios de asesoramiento/apoyo psicosocial en el programa, si es posible (y, si no, solicitar la obtención de dichos servicios).
  • Proporcionar un entorno y servicios de apoyo al lanzar el programa. Según mi experiencia, cuanto más pueda responder un programa a las necesidades de la comunidad, como transporte, refrigerios, salud y asesoramiento, más éxito tendrá. (Estas necesidades también pueden satisfacerse colaborando con organizaciones humanitarias que ofrecen estos servicios, a veces gratuitamente).
  • Concéntrese en la calidad de su proceso tanto como en la calidad artística de su programa. Teniendo en cuenta las realidades a las que se enfrentan muchos programas, alcanzar la misma calidad artística que los programas más estables no es una expectativa razonable. En cambio, estos programas redefinen la "calidad" en el sector tradicional de las artes sopesando el impacto social tanto como el refinamiento artístico.
  • Considerar la sostenibilidad desde el primer día. En las crisis humanitarias, a menudo parece imposible pensar en la sostenibilidad del programa desde el principio. Pero hacerlo es un acto de responsabilidad y cuidado hacia todos los implicados.
  • Adoptar la investigación comparativa que nos permita comprender los tipos de aprendizaje de las artes que mejor funcionan en determinados contextos.

Tengo claro que los programas artísticos comunitarios son una necesidad básica, en cualquier contexto. A diferencia de otras iniciativas, en las que la gente sólo "recibe" ayuda, los programas artísticos permiten a las personas abordar su adversidad de forma activa, con sus puntos fuertes y sus talentos. Los participantes disfrutan de una dignidad humana básica y se convierten en agentes de curación tanto para ellos mismos como para sus comunidades.

Por estas y tantas razones, los programas artísticos deben ser parte integrante de cualquier plan de respuesta humanitaria, al igual que los sectores médico, educativo y otros. Son mucho más que programas artísticos comunitarios. Son espacios curativos que crean un efecto dominó positivo, no sólo en las comunidades desplazadas, sino también en las de acogida.

Soy muy afortunada de trabajar con la Community Arts Network, donde defendemos el papel fundamental de las artes para el impacto social, ¡una misión en la que creo!

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