Las semillas de un programa musical brotan en el Congo

 
El Ensemble busca conectar e informar a todas las personas que están comprometidas con la educación musical de conjunto para el empoderamiento de los jóvenes y el cambio social.

Las semillas de un programa musical brotan en el Congo

Irismer Kasamira, violinista; fundadora de El Sistema Congo

12-07-2022

El autor (en primer plano, de espaldas) con estudiantes.

Nuestro programa, El Sistema Congo, empezó en el año 2020 en la ciudad de Bukavu, en la provincia de Kivu del Sur, República Democrática del Congo. Yo toco el violín y empecé este programa con un niño de 11 años que tocaba la flauta dulce. Unos meses después, los otros niños del coro donde toco el violín me pidieron que les enseñara a tocar la flauta dulce. No lo dudé; enseguida empecé a enseñarles.

(Mi propia historia musical: Me uní a un coro a los ocho años, donde aprendimos teoría musical además de canto. Unos años más tarde, aprendí a tocar el violín y la flauta dulce).

En 2021, empecé a investigar en Internet sobre grandes violinistas, flautistas de pico y orquestas. En Facebook, me encontré con un señor llamado Roberto Zambrano, un gran músico y educador y una buena persona. Me dije: "Acabo de encontrar a alguien con quien compartir mis ideas". Le envié una solicitud de amistad y me la confirmó. Luego le envié algunas fotos y vídeos de mi equipo y me mandó sus felicitaciones.

Ahora tenemos 35 niños participando en El Sistema Congo. Lo más especial de nuestro programa es que, en nuestro país, los niños no están culturalmente bien atendidos. Aparte de los estudios y el deporte, los niños no tienen otras ocupaciones. En nuestro programa, hacemos música con los niños para que experimenten el espíritu de equipo y la confianza en sí mismos, y para que trabajen y se diviertan con los demás, independientemente de su religión, tributo y rango social. Es música para todos.

Mucha gente me ha desanimado e incluso se ha reído de mí por ocuparme de estos niños. Pero yo me siento muy a gusto. Diría que el único momento en que me siento feliz es cuando hago música con los niños.

Nuestro programa se enfrenta a muchos problemas. Si ha leído hasta aquí, se habrá dado cuenta de que no tenemos dirección. No tenemos un lugar donde trabajar y aprender. No tenemos instrumentos, salvo dos violines, un solo violonchelo, una sola flauta travesera y unas veinte flautas dulces. A veces los niños abandonan el programa porque no tienen instrumentos. También falta formación para los profesores.

Doy las gracias a la familia de El Sistema de todo el mundo por su aliento. En particular, agradezco a mi mentor el Maestro Roberto Zambrano, quien me apoya siempre, y a otros miembros de la comunidad mundial de El Sistema que me han ayudado, incluyendo a Gabrielle Molina, Daniel Trahey, Jeannine Murray, y muchos otros.

Compartir

Copyright 2022 Ensemble News