"La agricultura del futuro": Un caso para invertir en los mejores talentos

 
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"La agricultura del futuro": Un caso para invertir en los mejores talentos

Jennifer Stumm, concertista de violín y fundadora/directora de Ilumina Brasil

06-01-2020


Arriba: Jóvenes artistas de Ilumina interpretando el Opus 131 de Beethoven en la Sala Sao Paulo, Brasil, enero de 2020.

Ilumina es un proyecto de equidad social musical, un festival de música de cámara y un conjunto itinerante con sede en São Paulo, Brasil. Nuestro modelo de desarrollo de talentos consiste en invertir en profundidad, no en amplitud. Cada año, seleccionamos a 25 jóvenes músicos sudamericanos de 18 a 26 años con un potencial extraordinario, mediante una audición en YouTube extremadamente selectiva y una solicitud escrita. Nuestra hipótesis (la llamamos "agricultura del futuro") es que una inversión profunda y un acceso extraordinario para los líderes potenciales sembrarán las semillas para una transformación exponencial y una buena enseñanza en la pirámide social y educativa.

Ensayo del sexteto de violonchelos con los mentores Bartholomew La Follette y Giovanni Gnocchi.

Ilumina nació de mi experiencia de gira por América Latina como artista. El patrón era siempre el mismo: unos cuantos chicos de un proyecto de música social tocaban en una clase magistral para mí, a menudo me sorprendía el talento que escuchaba, la cantidad de corazón y la apertura, pero luego no volvía a verlos. Muchos de estos músicos carecían de clases particulares regulares, y casi ninguno tenía experiencia en música de cámara o en liderazgo. Ninguna clase magistral podía colmar esas lagunas. Llegué a comprender que la desigualdad intrínseca, y la carga de los grandes proyectos sociales de hacer lo mejor para muchos jóvenes, puede significar que para los mejores talentos, el techo de cristal que los separa de las alturas de la pirámide profesional puede parecer realmente inquebrantable.

Soñaba con algo radical, un universo musical nuevo y más sano en el que los mejores artistas jóvenes de proyectos sociales y de orígenes diversos recibieran el mismo nivel de inversión que los jóvenes artistas del mundo de los privilegios, y en el que los artistas internacionales de la interpretación fueran alegres socios en este empeño. No se trataría de una organización benéfica monodireccional, sino de un mundo en el que nuestra creatividad se viera amplificada por nuestras interacciones. Creía que estos jóvenes artistas no necesitaban lo mismo que los demás, sino algo mejor:un mundo de inmersión más intensiva, atención holística y planificación, donde pudieran estudiar no en cualquier lugar, sino en los mejores lugares, con los mejores profesores y las más ricas oportunidades. Y así, en 2015, nació Ilumina.

Para todos los participantes, la experiencia de Ilumina comienza con un festival de música de cámara. Cada enero, artistas internacionales y nuestros jóvenes artistas llegan a un paraíso de pájaros y flores en una plantación de café orgánico, para vivir, comer y trabajar codo con codo durante dos semanas. En el festival, no usamos las palabras "maestro" o "profesor"; todos son maestros y alumnos, todos son solistas y miembros del equipo. Puede que nuestros niveles de habilidad no sean equivalentes, pero el compromiso de nuestra contribución es muy parecido. Cada día consiste en ensayos de música de cámara en los que los jóvenes artistas se sumergen en el repertorio junto a colegas muy experimentados. Siempre trabajamos juntos en un proyecto de conjunto grande y desafiante (como la Verklärte Nacht de Schoenberg o los últimos cuartetos de cuerda de Beethoven). No hay directores ni concertadores -cada persona tiene la oportunidad de dirigir- y actuamos de pie. No hay clases programadas, sino que se trata de un entorno de preguntas abiertas. Para cualquier ayuda que un joven artista necesite, ya sea en relación con la técnica, la música o la vida, un grupo de destacados artistas está ahí para responder, día y noche.

Cada elemento de un proyecto de Ilumina está diseñado desde la perspectiva de la eficiencia holística. Cada experiencia musical amplifica la interacción social, y viceversa. Los paseos por la selva, los debates nocturnos sobre el futuro de la música, el hacer bailar la música de Beethoven al ritmo de la samba, y muchas horas no sólo de hacer sino de vivir la música, crean un ecosistema de aprendizaje de alto octanaje en el que, en dos semanas, un joven artista puede hacer un tipo de progreso que en el "mundo real" podría llevar meses. Queremos formar a grandes educadores en nuestros líderes, y buscamos que cada momento del festival sea un terreno fértil para una mentalidad comunicativa y pedagógica.

Todos los conciertos del festival son gratuitos para la comunidad agrícola local, gente para la que normalmente no existe la música clásica en vivo. Los conciertos tienen lugar en el aserradero de nuestra granja, en las iglesias locales y, para nuestro fin de semana de clausura, en la ciudad en la Sala São Paulo, uno de los grandes espacios acústicos del mundo. Nuestro objetivo no es sólo actuar, sino también actuar con entendimiento, con cada frase expresada como una extensión orgánica de cada músico único y poderoso en el escenario, entretejido como un todo. Superamos los límites con el diseño de la iluminación, el movimiento en el escenario, los géneros y los formatos, y nuestros jóvenes artistas ayudan a gestionar todos los aspectos del festival.

Entre los festivales anuales, trabajamos para apoyar a nuestros jóvenes artistas, pasados y presentes, para que den el siguiente paso, ya sea estudiar en un conservatorio importante o iniciar una carrera de concertista. Para los músicos que provienen de situaciones en las que la supervivencia es la prioridad, esos pasos están cargados de falta de información. Hemos comprobado que muchos estudiantes, por lo demás cualificados, pierden oportunidades por detalles triviales; por eso, la planificación, la recaudación de fondos y muchos otros detalles prácticos son áreas clave de apoyo. Nuestra plataforma de información, musico.info, ofrece todos los aspectos prácticos necesarios para solicitar y ser aceptado en un conservatorio. Para la fase posterior a los estudios, las giras de Ilumina dan la oportunidad a los jóvenes artistas de ser vistos en el escenario mundial, y las residencias educativas de Ilumina aportan versiones a menor escala de la experiencia del festival a otros proyectos, en parte dirigidos por nuestros antiguos jóvenes artistas.

La fundadora de Ilumina, Jennifer Stumm, fotografiada con Jóvenes Artistas en la azotea del emblemático edificio Copan de São Paulo.

Actualmente, Ilumina cuenta con casi 70 jóvenes artistas que estudian en los mejores conservatorios de todo el mundo, donde, sin nosotros, quizá no hubiera habido estudiantes de proyectos sociales. Casi el 100% de los que lo solicitaron han sido aceptados en las escuelas de su elección. Están ganando concursos y actuando en los principales festivales. Una generación más joven los admira ahora como héroes, y la reinversión se produce de forma temprana y orgánica. Nuestra granja está prosperando.

El futuro de la música necesita que surjan poderosas voces líderes de los proyectos sociales. Deberíamos esperar que las agallas, la flexibilidad y el espíritu de comunidad impartidos por una experiencia en un proyecto musical social permitan a los jóvenes músicos volar a las alturas de su arte. Hoy en día, la música clásica se considera con demasiada frecuencia un chupete para calmar las estaciones de metro y mantener a los niños alejados de las calles. Pero creemos que cuando hacemos música con un compromiso compartido con la excelencia y la creatividad se convierte en una lente poderosa, que magnifica el potencial humano y hace arder viejas divisiones y suposiciones. Ilumina significa "ilumina" en portugués, y esa es nuestra misión: que la diversidad y el avance social iluminen nuevos caminos de posibilidades, al igual que la propia música irradia el poder transformador de la dignidad humana.

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