Magia técnica: Grace Moore, de 11 años, debuta en la composición con la Filarmónica de Nueva York

 
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Magia técnica: Grace Moore, de 11 años, debuta en la composición con la Filarmónica de Nueva York

Patrick Scafidi, editor ejecutivo de The Ensemble News

01-06-2021

El 9 de octubre de 2020, Grace Moore, alumna de 7º grado de Brooklyn, se puso delante de un público neoyorquino. A sus 11 años, estrenaba su primera composición, "Summer". Grace participa en el programa Very Young Composers (VYC), un programa ahora internacional iniciado por la Filarmónica de Nueva York hace más de dos décadas. En el VYC, los estudiantes tienen la posibilidad de componer y escribir sus propias obras originales mientras son guiados y apoyados por los artistas educadores de la Filarmónica. Sólo en esto, el VYC ya se hace eco del espíritu de El Sistema, pero eso no es lo que hizo notable el debut de Grace. Fue trascendental porque su obra fue interpretada, en su debut, por músicos de la Filarmónica de Nueva York. Este es el elemento más destacado del programa Very Young Composers: los jóvenes participantes tienen la oportunidad de ver y escuchar sus obras interpretadas por músicos de la Filarmónica y, a veces, por la orquesta al completo. 

Grace tiene ahora 12 años. Puede que esté cansada de las entrevistas en el momento en que hablamos -de hecho, he leído o escuchado varias para preparar nuestra conversación-, pero no lo demuestra. De hecho, Grace no parece cansarse mucho. Compuso "Summer" en sólo dos semanas. Explica: "No lo hice todos los días: a veces tres horas un día, y una hora al siguiente, y otras no". La madre de Grace, Clara Stewart-Moore, dice: "[La directora del programa VYC] Jessica Mays me envió un correo electrónico. Ella sabía lo rápido que [Grace] tenía la capacidad de crear la música. Así que se puso en contacto conmigo en septiembre, diciéndome que le gustaría que Grace creara una pieza para los conciertos Bandwagon de la Filarmónica de Nueva York. Y tenía que estar hecha en dos semanas". 

Grace mira mientras los músicos del NY Phil interpretan "Summer". Crédito Clara Stewart-Moore

El resultado fue "Summer", de unos 90 segundos de duración, que fue interpretada en toda la ciudad por miembros de la NY Phil como parte de su serie de conciertos itinerantes Bandwagon. Y como chica negra que vive en Nueva York, Grace vivió un verano singularmente exigente; al hablar de la pieza en el escenario, Grace dijo que el movimiento Black Lives Matter y las dificultades del coronavirus estaban en su mente mientras componía la pieza. Sin embargo, la pieza no es simplemente un producto de la época. Durante una entrevista con NPR, el Director de Educación y Compromiso con la Comunidad de la Filarmónica , Gary Padmore, describió "Summer" como "estructurada de forma que devolviera a la gente la pureza del verano, en medio de toda la locura que está ocurriendo en el mundo". El debut convirtió a Grace en una de las compositoras más jóvenes de la historia de la Filarmónica de Nueva York. Para la orquesta sinfónica más antigua de Estados Unidos, que opera en un espacio predominantemente blanco y masculino, esto no era poca cosa. 

Grace está en el programa Very Young Composers desde 5º curso, pero no fue entonces cuando empezó su amor por la música. "Empecé a tocar el piano a los dos años. Sólo lo tocaba por diversión. Empecé a tomar clases de piano a los cinco años". Cuando le pregunto desde cuándo compone con mayúsculas, la respuesta es más complicada. "Antes lo hacía sólo por diversión, cosas cortas. Pero empecé a componer en quinto curso".  

En otras palabras, siempre. Para Grace, la música siempre ha sido una forma de juego, un "juego" que los artistas docentes siempre deben equilibrar con los rigores de la creación musical colectiva. Por supuesto, es más que eso -expresión, ejecución, refinamiento- pero está claro que, para Grace, la parte del juego es lo primero. En este sentido, es interesante oírla fechar sus primeros actos de composición en sus comienzos con los Very Young Composers. No parece técnicamente cierto, pero Clara, la madre de Grace, explica cómo el programa ayudó a Grace a poner un nombre a lo que ya había estado haciendo. 

"Creo que ha habido cambios desde que creaba por su cuenta. El programa le dio la oportunidad de afinar sus dones, de saber en qué direcciones podía ir. Le ayudó a entender más técnicamente lo que estaba canalizando. Cómo crear ese sentimiento, cómo fusionar diferentes instrumentos. Y cuándo fusionarlos. Si había una ecuación matemática para la música, la ayudó a replantearse sus métodos de resolución de problemas y a fusionar sus procesos de pensamiento crítico en sus piezas." 

Grace frente a la sala David Geffen del Lincoln Center. Crédito: Clara Stewart-Moore

A menudo, corremos a describir a los jóvenes artistas como "prodigios", y en el ejemplo de Grace, la palabra parece encajar. Pero el Very Young Composers no es sólo para prodigios. Funciona como un gimnasio para los jóvenes que llevan consigo ese sentido del juego, para quienes la música no es estrictamente un retiro, sino también una forma de investigación. ¿Qué podemos sacar de ello? Un programa de música instalado por la NY Phil fortalecerá a cualquier joven músico. Pero más fuerte aún es la plataforma que proporciona, los espacios que deja para sus participantes. Premia el "juego" con un público; calla y escucha. Como dijo el fundador de VYC, John Deak, en un artículo pasado de World Ensemble, el VYC afirma en los jóvenes la creencia de que "pueden afectar y refrescar el repertorio de la orquesta sinfónica y más allá". 

Desde el debut de "Verano", Grace ha estado ocupada concediendo entrevistas, componiendo y centrándose en sus tareas escolares. En cuanto al programa, las cosas se enfriaron en medio de una temporada de mucho trabajo y de la segunda oleada de casos de coronavirus. "Estuvimos haciendo transmisiones en directo por YouTube durante un tiempo. Y solíamos reunirnos todos los miércoles. Pero ya no nos reunimos. Aunque vamos a volver a empezar en febrero". Cuando se le pregunta por su futuro, Grace responde: "No sé qué quiero hacer. Supongo que sólo quiero hacer música". Que se quede con la clásica es otra cuestión, pero al menos Grace tiene un camino hacia los espacios clásicos, en caso de que quiera seguirlo. Es reconfortante ver que es su decisión. Su investigación imaginativa no ha hecho más que empezar. 

Le pregunto a Grace: "¿Alguna vez se sintió como una tarea? ¿Siempre fue divertido?". Su respuesta es un mérito del buen arte de la enseñanza. 

"Ambos, en realidad". 

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