Fundación Salvados por la Música: Restaurando la esperanza y construyendo la confianza

 
El Ensemble busca conectar e informar a todas las personas que están comprometidas con la educación musical de conjunto para el empoderamiento de los jóvenes y el cambio social.

Fundación Salvados por la Música: Restaurando la esperanza y construyendo la confianza

Kyewalyanga Fredrick, fundador/director de la Fundación Saved by Music

10-07-2020

Saved by Music Foundation es una organización no gubernamental de base comunitaria situada en Mbale, una ciudad del este de Uganda. Como antiguo niño de la calle que fue salvado por la música, fundé la organización en 2009. Los niños se enfrentan a muchos retos en nuestra comunidad: pobreza extrema, abuso de menores, abuso de drogas, embarazos y matrimonios infantiles, falta de acceso a la educación y a la vivienda, y mucho más. Como resultado, muchos niños se vuelven desesperados. Es fácil que sean víctimas de las calles, donde muchos empiezan a consumir drogas o se unen a bandas criminales, poniendo sus vidas en peligro y convirtiéndose en peligros para la comunidad. Fue en estas circunstancias cuando decidí hacer algo para ayudar a devolver la esperanza a los niños y jóvenes como yo.

A lo largo de los años, Salvados por la Música ha apoyado, rehabilitado, formado con éxito y equipado a más de 330 personas. Se les forma sobre todo en disciplinas musicales como la instrumentación y el baile. La organización cuenta con una banda de música y un cuerpo de baile dirigidos por instructores profesionales y que enseñan a los alumnos.

Al trabajar en un entorno tan desafiante como el nuestro, nos enfrentamos a una serie de retos, muchos de los cuales hemos superado con éxito gracias a la perseverancia y la honestidad. Estos retos empezaron enseguida; al principio, fue todo un obstáculo recibir y autorizar los documentos necesarios para poner en marcha nuestra organización. La burocracia y la corrupción ralentizaron las cosas, pero lo conseguimos cumpliendo pacientemente las directrices y leyes establecidas.

Una vez en marcha, nos enfrentamos al problema de la confianza. En el pasado, algunas organizaciones han resultado ser estafas, por lo que no fue fácil hacer partícipes a las partes interesadas y pedirles que confiaran en nosotros como una organización genuina que pretende ayudar a la comunidad. Las autoridades, la comunidad y nuestros socios potenciales eran reacios a apoyarnos. Pero nos ceñimos a nuestra misión y dejamos que nuestros actos hablaran. Con el tiempo, todos se dieron cuenta de nuestra autenticidad y empezaron a apoyarnos.

Nuestro mayor reto ahora es la financiación. Desde el alquiler de un espacio temporal hasta la búsqueda de un hogar permanente, pasando por la cobertura de las tasas escolares y otras facturas de nuestros jóvenes, no ha sido una tarea fácil. Pero con la ayuda (donaciones) de personas de buen corazón y dedicadas, además de algunos ingresos generados por las actuaciones locales, de alguna manera hemos conseguido salir adelante. Desgraciadamente, a medida que aumenta nuestro número de personas, nuestro presupuesto se ve más presionado. Nos rompe el corazón rechazar a alguien. Si tuviéramos suficientes fondos, podríamos acoger a todos. Los recursos como la comida, las tasas escolares, la asistencia sanitaria, la ropa de cama y los suministros están siempre en nuestra mente; si no podemos ayudar adecuadamente a nuestros estudiantes actuales, no estamos haciendo nuestro trabajo.

Como muchos comprenderán, la situación se agravó por la pandemia de COVID-19. Cuando se anunció el bloqueo en Uganda, se prohibieron rápidamente las reuniones públicas. Esto significó que no podíamos ser contratados para actuaciones, lo que dejó un gran vacío en nuestro presupuesto. Algunos de nuestros miembros necesitaron ayuda adicional, como alimentos y medicamentos, para superar el bloqueo. Como organización, hemos hecho todo lo posible para mantenernos a flote; últimamente hemos apelado más a nuestros donantes locales e internacionales -especialmente a través de las redes sociales- para que contribuyan a que podamos seguir trabajando. Actualmente estamos recaudando fondos para poner en marcha una panadería, cuyos beneficios se destinarán a financiar nuestro programa. Nuestra esperanza es que la diversificación de nuestro modelo de negocio pueda ayudar a sustituir los ingresos por rendimiento de los que hemos llegado a depender.

Saved by Music no es la única organización de Uganda que intenta devolver la esperanza a los desamparados. Hay otras organizaciones en todo el país que comparten la misma causa, y nos hemos asociado con ellas en varios proyectos en beneficio mutuo. Algunas de estas organizaciones son:

  • La Young Empowerment Foundation Brass Band. Esta fundación tiene su sede en Wakiso, un distrito del centro de Uganda. Al igual que nosotros, apoyan y enseñan a los jóvenes desfavorecidos del distrito y sus alrededores.
  • Hope Troupe Uganda. Hope Troupe es una asociación de base comunitaria, situada igualmente en la ciudad de Mbale. Se fundó en 2011 con el objetivo principal de fomentar el talento entre los niños desfavorecidos a través de la música, la danza y el teatro.
  • Banda de Música Juvenil de Lugazi. Fundada en 2000, esta agrupación se encuentra en el municipio de Lugazi, en el distrito central de Buikwe. Al igual que los demás grupos, se formó para rehabilitar y devolver la esperanza a la comunidad, concretamente a los jóvenes.

Este tipo de asociaciones son el alma de la música para el cambio social. Una y otra vez, hemos compartido mano de obra, equipos y otros recursos cuando ha sido necesario. Gracias a esa cooperación y colaboración, hemos podido mantenernos a flote. Y merece la pena. A menudo vuelvo a la historia de nuestro actual responsable financiero, el Sr. Tanga Derrick. Cuando el Sr. Tanga perdió a su padre en el instituto, Saved by Music intervino para ayudarle, trabajando con él durante el instituto y la universidad. Ahora, graduado en la universidad, ha vuelto y está haciendo un trabajo maravilloso para la organización en la que encontró consuelo cuando era joven.

La historia del Sr. Tanga es sólo una de muchas, pero demuestra por qué perseveramos. Aunque hemos tenido que ser creativos para sobrevivir en esta última década, estamos orgullosos de que nuestra supervivencia fortalezca a la comunidad.

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