Los becarios de PlayUSA se centran en el arte y la pertenencia

 
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Los becarios de PlayUSA se centran en el arte y la pertenencia

Eli Rumpf, Director de Relaciones Públicas, Instituto Musical Weill, Carnegie Hall

05-01-2019

Este año, las quince organizaciones apoyadas por PlayUSA, una iniciativa nacional de concesión de subvenciones del Instituto Musical Weill del Carnegie Hall, se centran en cómo maximizar el potencial artístico de sus alumnos al tiempo que construyen entornos centrados en la confianza y la creatividad.

Buffalo StringWorks, un nuevo beneficiario de esta temporada, trabaja directamente con niños refugiados procedentes de Siria, Afganistán, Myanmar, Tailandia, Sudán y Somalia. En un esfuerzo por fomentar un mayor sentimiento de arraigo entre las familias de refugiados e inmigrantes, han empezado a ofrecer "Informances", conciertos informales que incluyen comida y conversación, para padres y familias. También están traduciendo sus materiales a cuatro idiomas, para aumentar el interés y la inversión entre esas familias. Tres padres han empezado incluso a tomar clases de violín con sus hijos, señaló la directora ejecutiva y cofundadora, Virginia Barron.

Kalamazoo Kids in Tune (KKIT), un programa de la La Orquesta Sinfónica de Kalamazoo también está pensando en formas de involucrar a las familias. Esta primavera, están lanzando "Familias en sintonía", dando a los padres la oportunidad de unirse a sus hijos una vez a la semana para aprender juntos una pieza sencilla de blues. "Creo que la clave del éxito de nuestro programa radica en las relaciones que establecemos con nuestras familias, así como con los estudiantes", dijo el director de la orquesta KKIT, Ben Gudbrandson.

En Scrollworks, en Birmingham (AL), los sábados se celebra el programa gratuito "Munch n' Music' los sábados reúne a estudiantes, padres, profesores y miembros de la comunidad en torno a una sencilla comida. Un grupo de padres comprometidos planifican, compran y cocinan las comidas para el grupo más grande, y ayudan a dar la bienvenida a las nuevas familias. "Nuestro almuerzo gratuito de los sábados se ha convertido en un eje de la comunidad de Scrollworks... y somos más fuertes y eficaces por ello", observó la directora general Jeane Goforth.

Los estudiantes mayores y más avanzados también pueden servir como modelos importantes para los músicos más jóvenes. INTEMPO, en Stamford (CT), ofrece a los estudiantes mayores la oportunidad de reunirse en un espacio seguro para discutir posibles mejoras del programa, adecuadas a su edad. Dentro de la clase, también se les da la oportunidad de organizar las secciones y ayudar a los estudiantes con pasajes difíciles. Al incorporar a los estudiantes mayores al proceso de enseñanza y desafiarlos a servir de mentores para los jugadores más jóvenes, el programa los mantiene comprometidos mientras fortalece su entorno musical.

Construir una comunidad rica también requiere conversar, escuchar y dialogar entre los jóvenes. La red PlayUSA visitó este año Community MusicWorks en Providence (RI), y muchos socios hablaron de la importancia de proporcionar un espacio para las interacciones no musicales. "Hemos aprendido el valor de crear una atmósfera en la que se anime a los estudiantes a tener un diálogo más abierto", reflexionó Averil Taylor, del Atlanta Music Project. "Ver las conversaciones en Community MusicWorks nos llevó a reflexionar sobre cómo sería esto en AMP". Todd Krueger, de Kidznotes en Durham (Carolina del Norte), tuvo una reacción similar: "Es fantástico ver lo profunda que puede ser la conexión de los estudiantes, incluso cuando no están tocando música. Algunos de los debates en torno a la justicia social y la equidad promovieron un increíble nivel de compromiso en el aula."

La improvisación y la composición son otras formas de ayudar a los estudiantes a sentirse capacitados y escuchados. Este año, la Orquesta Juvenil de St. Luke's de Nueva York puso en marcha una residencia con el compositor afroamericano Trevor Weston. El objetivo es ampliar el repertorio de la orquesta juvenil y, al mismo tiempo, dar a los estudiantes la oportunidad de trabajar con un compositor de color que pueda servirles de inspiración. Los jóvenes participantes podrán crear su propia música, así como abordar cuidadosamente un nuevo repertorio creado específicamente pensando en ellos.

En Scrollworks, un proyecto de tecnología musical ofrece a los niños la oportunidad de arreglar las canciones que elijan utilizando un programa informático, y luego dirigir al grupo en el ensayo y la interpretación de sus flamantes arreglos. Tener la propiedad del repertorio puede ser una poderosa motivación para los jóvenes músicos.

En toda la red de PlayUSA, los educadores y administradores de música se enfrentan a los mismos problemas relacionados con la creación de comunidades y el arte. Evan Conroy, del programa Music for Life de la Orquesta Filarmónica de Luisiana, habló del valor del intercambio de ideas: "La inspiración ha sido la mayor ganancia. Cada comunidad tiene retos que han sido superados con soluciones tan creativas -y a menudo muy simples pero elegantes-".

Carnegie Hall, Eli Rumpf, mayo de 2019, beca PlayUSA

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