Duelo y homenaje a un líder estudiantil

 
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Duelo y homenaje a un líder estudiantil

Hermes Camacho, director de programas, Austin Soundwaves, Austin, TX

01-07-2020

Las horas, días y semanas que siguieron a la muerte de Draylen Mason a manos de un terrorista en serie en marzo de 2018 son difíciles de recordar. Perder a cualquier estudiante es indescriptiblemente trágico, pero perder a Dray fue una angustia profunda y personal para todos nosotros en Austin Soundwaves (ASW); él era, y sigue siendo, el corazón y el alma de nuestro programa inspirado en El Sistema. En el duelo, aprendimos lo mucho que en ASW dependemos de nuestros estudiantes, a veces apoyándonos en ellos tanto (o más) que ellos en nosotros. Su fuerza fue notable durante ese tiempo, y la energía que normalmente alimenta la intransigencia de los adolescentes se desvió en cambio hacia la creación de música y el recuerdo de Dray. Lloramos y no nos limitamos a seguir adelante. Y aunque hubiera sido fácil centrarse en lo pernicioso de las circunstancias, sentimos la grave y humilde responsabilidad de persistir en el reconocimiento y la conmemoración del creciente legado de Draylen.

Dray formaba parte de muchas organizaciones en Austin, y la comunidad artística de la ciudad se unió de la manera más hermosa posible. La primera idea giraba en torno a algún tipo de beca en nombre de Draylen, pero había un sentimiento compartido de que una beca no era suficiente. Draylen era un músico consumado y con talento, y también un verdadero guerrero de la justicia social. Cuando cursaba el octavo grado, ganó un concurso de redacción sobre la discriminación racial. Sus amigos y profesores son unánimes al afirmar que Dray vivía con honor cada día. Habló cuando era correcto, y especialmente cuando hablar era difícil. Parecía apropiado que un monumento a Draylen encarnara sus dos pasiones. Así nació el Programa de Becarios Draylen Mason (DMFP).

El DMFP es una iniciativa de un año de duración, basada en audiciones y entrevistas, para que músicos en edad de cursar estudios secundarios de toda la zona de Austin colaboren en un concierto original de culminación, en el que muestren sus habilidades artísticas abordando temas sociales significativos para su comunidad. Hasta veinte sesiones, cada una de las cuales dura entre dos y tres horas, tienen lugar fuera del horario escolar, y se espera que los becarios se comuniquen y coordinen entre sí con regularidad. Todas las sesiones son un reto; a menudo, son muy emotivas. Nuestros estudiantes descubren mucho sobre sí mismos y sobre los miembros de su cohorte en poco tiempo. Al principio, el personal y los artistas invitados se encargan de la facilitación, pero, como en la mayoría de nuestros programas en ASW, pasamos a proporcionar orientación y apoyo a medida que los becarios van asumiendo el liderazgo a lo largo del año.

Gran parte de lo que hacemos con el DMFP se centra en la acción social intencionada. Nuestra programación habitual de Austin Soundwaves -orquesta, banda, música de cámara, mariachi, clases particulares, etc.- es una acción social intencionada. Pero nosotros, los artistas educadores y el personal del programa, actuamos como agentes de cambio social, trabajando y colaborando dentro de las comunidades artísticamente desatendidas. El DMFP difiere en que pone a los becarios (estudiantes) en la posición de impulsar el cambio social, exigiéndoles que consideren las implicaciones sociales de su creación musical a través de la conciencia y la intencionalidad de sus elecciones artísticas. El reto consiste en hacer que estas conexiones sean fluidas, por lo que dedicamos una gran cantidad de tiempo a ayudar a los becarios a descubrir quiénes son como artistas y qué es lo que tiene un profundo significado para ellos. Es habitual (y alentador) que los músicos digan que quieren marcar la diferencia con su forma de hacer música, pero tal vez sea menos habitual que especifiquen a quién podrían beneficiar. Como hizo Draylen consigo mismo, empujamos a los becarios a profundizar, a encontrar algo que tenga un significado único y quizás a encontrar uno o más temas que no sabían que eran importantes para ellos o que no sabían que existían.

En nuestro primer año de beca, abordamos temas que iban desde la inmigración hasta el sistema de justicia penal en lo que respecta a las personas de color. Sin embargo, nos dimos cuenta de que nuestros becarios se sentían muy afectados por los estereotipos que les rodeaban como artistas, basados en sus orígenes, y se preguntaban si alguien se tomaría el tiempo de escuchar realmente su arte. Por ejemplo, nuestros becarios recrearon el experimento del violinista del metro de Joshua Bell. Moviéndose por todo el espacio de actuación, cada uno tocando un breve solo, preguntaron al público: "¿Se sumergiría en la música o se apresuraría a salir porque tiene que ir a otro sitio?".

Ahora, a mitad de nuestro segundo año, nuestros nueve becarios han estado trabajando con artistas invitados para desarrollar sus declaraciones artísticas personales; trabajando en colaboración en canciones originales; y preparándose para sumergirse en debates sobre temas de su elección, que este año incluyen el cambio climático y la discriminación por edad.

Esperamos y soñamos con un mundo lleno de becarios de Draylen: haciendo música y provocando un cambio en el mundo, y tal vez ayudando a marcar la diferencia que Dray habría hecho por sí mismo.

Austin Soundwaves, Hermes Camacho, enero de 2020, becas para estudiantes

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