El poder emergente de El Sistema como agente de la diplomacia cultural

 
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El poder emergente de El Sistema como agente de la diplomacia cultural

Maria Claudia Parias Durán, Presidenta Ejecutiva, Fundación Nacional Batuta, Colombia

11-02-2022
María Claudia Parias Durán (izquierda) y María Guerrero.

En uno de los días más calurosos de este verano, históricamente caluroso, tuve el privilegio de participar en un importante paso adelante para la diplomacia cultural mundial.

Durante la residencia de verano de 2022 de la Joven Orquesta del Sistema Europa (SEYO ) en Madrid, España, mientras conjuntos de niños y jóvenes de todo el continente europeo llenaban los auditorios y plazas de la ciudad con sus melodías y acordes, me senté con María Guerrero, Fundadora/Directora de la Fundación Acción por la Música de Madrid. El programa utiliza el modelo de El Sistema para ayudar a cambiar una geografía social cada vez más compleja.

Fundacíon Accíon comenzó hace unos diez años. El programa que represento tiene algunas décadas más: es un gran honor para mí presidir la Fundación Nacional Batuta de Colombia. Batuta es la segunda encarnación mundial (después de la de Venezuela) de El Sistema; llegamos a más de 40.000 niños y niñas cada año, muchos de ellos víctimas directas del conflicto armado o que viven en extrema vulnerabilidad social. (Más de un millón de colombianos han pasado por nuestros Centros de Música; el 7% son hoy músicos profesionales).

Aquel caluroso día de julio, reconociendo que nuestros programas, con sus distintos puntos fuertes y experiencias, podían aprender y crecer mucho de una asociación de apoyo mutuo, María y yo creamos y firmamos un Acuerdo Marco entre su organización y la mía.

Creo que la firma de este Acuerdo Marco representa una nueva fase de la importancia mundial de El Sistema. La mayoría de los lectores conocen El Sistema como el experimento pionero de utilizar la música como motor de inclusión, creado en Venezuela hace casi cincuenta años por el maestro José Antonio Abreu. El experimento consistió en el diseño de pedagogías basadas en el ejercicio colectivo y cotidiano de la música, una práctica que ha cambiado el significado de la formación artística, pasando de un modelo de formación individual de intérpretes de talla mundial de años de duración a una opción que permite a cualquier joven no sólo adquirir habilidades musicales, sino encontrar en la música un espacio de encuentro humano, creación colectiva y movilidad social.

Ahora, cada vez más, vemos que el maestro Abreu no sólo creó una herramienta para la transformación individual y comunitaria, sino también una de las herramientas más poderosas del mundo para la diplomacia cultural, y la única originada en las costas del Caribe. El Sistema se está convirtiendo en un motor inspirador de asociaciones y alianzas entre múltiples organizaciones culturales que comparten las mejores prácticas para abordar los problemas sociales del mundo actual.

La alianza que María y yo formamos este verano es precisamente una colaboración de este tipo. Con el apoyo decisivo del Programa de Líderes Globales, estamos desarrollando una trayectoria de trabajo conjunto entre nuestras dos entidades, compartiendo nuestros conocimientos mutuos en áreas como la pedagogía y las metodologías de formación, la medición del impacto, las estrategias de planificación, las estrategias de promoción, el desarrollo institucional, la reinvención de proyectos después de la pandemia, los ejercicios de innovación institucional y el diseño de proyectos musicales conjuntos.

Este acuerdo favorece la riqueza del aprendizaje mutuo entre nuestras dos organizaciones. Permite a Batuta compartir nuestro aprendizaje de más de 30 años con una organización hermana que se encuentra en una etapa anterior de su trayectoria. Y nosotros en Batuta, a su vez, podemos aprender de las experiencias e iniciativas de Acción Social por la Música, un ejemplo impresionante de lo cual fue la organización del encuentro de SEYO el verano pasado.

Para ser más concretos: el acuerdo entre Batuta y Acción Social por la Música nos permitirá:

  • para compartir metodologías de formación musical para diferentes grupos de edad;
  • trabajar en pedagogías valiosas en el marco de la formación de formadores;
  • realizar proyectos musicales conjuntos (residencias artísticas con chicos y chicas de ambas orillas para preparar y hacer circular repertorios que representen retos musicales);
  • identificar conjuntamente las variables de datos en las métricas de impacto, los componentes de los sistemas de información de nuestros estudiantes y el uso adecuado de las tecnologías de la comunicación para fortalecer nuestros sistemas de seguimiento integral;
  • y comparar, compartir y mejorar conjuntamente los marcos estratégicos de actuación, para aumentar la capacidad de promoción y articular el trabajo con las redes culturales internacionales.

Concluiré con algunas citas sobre el poder de la música como diplomacia cultural, de algunos de los jóvenes e irreprimibles músicos de la SEYO que conocí en Madrid el pasado mes de julio. "No me importa en absoluto el calor", dijo Joshua, un violinista de 19 años del Proyecto Nucleo de Londres. "La música es un catalizador del cambio; nos da nuevas formas de experimentar a otras personas y oportunidades".

El bajista español de 13 años, Juan David, dijo: "Tocar con otros es increíble porque puedo aprender de todos ellos".

La violinista Natalia, de 14 años, también de España, dijo: "La música es un lenguaje sin palabras... trae nuevas culturas. Te sientes enriquecido".

Y la violonchelista Francesca, de la República Dominicana, que tiene 15 años, dijo que estar en la residencia "significa una oportunidad para crecer como persona y como artista".

Estos jóvenes ya están sintiendo el poder de la colaboración musical como diplomacia cultural. Tengo la esperanza de que cada vez más organizaciones de espíritu similar de todo el mundo aprovechen este poder participando en asociaciones y colaboraciones que creen sinergia, expansión y aprendizaje mutuo en nuestro campo.

Fundación Nacional Batuta, Programa de Líderes Globales, Alianzas Globales, María Claudia Parias Durán, noviembre 2022

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