Barrios Orquestados, una idea poética

 
El Ensemble busca conectar e informar a todas las personas que están comprometidas con la educación musical de conjunto para el empoderamiento de los jóvenes y el cambio social.

Barrios Orquestados, una idea poética

José M. Brito López, fundador/director, Bárbara A. Biscaglia, productora, y Carlos Vega Estévez, pianista y profesor, Barrios Orquestados

07-06-2022

A bordo de La Folía durante una representación de Casamundo. Foto: Ayoze Ojeda.

Barrios Orquestados es un programa de música para el cambio social que tiene como objetivo construir una comunidad en los barrios desfavorecidos de las Islas Canarias. Además de aprender música, nuestros alumnos aprenden a defender los derechos y valores fundamentales que nos unen por encima de las diferencias económicas y culturales.

En funcionamiento desde 2012, Barrios Orquestados comenzó en Tamaraceite, un barrio de la ciudad de Las Palmas en la isla de Gran Canaria. Diez años después, nos hemos extendido a 14 barrios más en otras tres islas del archipiélago. En 2018, comenzamos a trabajar en las afueras de la capital de Honduras, Tegucigalpa; un año después, habíamos establecido un programa en Valparaíso, Chile.

Durante ese tiempo, hemos sentado las bases de una metodología única basada en varios principios: la enseñanza a quienes no tienen conocimientos musicales previos; el aprendizaje oral a través del desarrollo auditivo y memorístico; el trabajo con múltiples instrumentos al mismo tiempo, para que todos los alumnos tengan la experiencia sinfónica; y la educación interseccional que celebra las diversas comunidades. Nuestros programas atienden a jóvenes de entre 5 y 21 años, cuyos familiares son también beneficiarios activos. Sólo en nuestra comunidad canaria, actualmente atendemos a más de 800 beneficiarios.

Hacia Casamundo

Estudiantes de todas las edades participan en el espectáculo. Foto: Ayoze Ojeda.

Después de nueve años de funcionamiento, nuestro equipo quería hacer algo grande para nuestro décimo aniversario, recordando a los estudiantes su mayor propósito y conexión durante estos tiempos difíciles. Felizmente, nos asaltó una idea poética. A partir de la propuesta del profesor, etnomusicólogo, pedagogo y compositor Polo Vallejo, se ideó una iniciativa multidisciplinar para reunir al mayor número posible de alumnos de Barrios Orquestados en una actuación musical titulada Casamundo: Entre el mar y la Folía. La palabra "casamundo" rinde homenaje a la Tierra, abogando por la acción ecológica y humanitaria. La identificación de estos objetivos nos llevó a generar nuestro subtítulo, "Entre el mar y la Folía". En conjunto, el nombre del musical pretende evocar la lucha permanente entre el ideal que todos intentamos alcanzar - "el mar", que representa nuestros sueños- y la "Folía", una danza tradicional del folclore canario que quiere representar el hogar.

Sabíamos que queríamos que la representación se estrenara en la isla de Gran Canaria, nuestro primer hogar. Tras algunas deliberaciones, pensamos que la forma más creativa y pragmática de incluir a los estudiantes de todo el archipiélago era que cada grupo representara una "isla" ficticia, inspirada en Lesbos, Cerdeña, Cádiz, Santiago de Cabo Verde y La Palma. Estos estudiantes formaron pequeñas comunidades durante los preparativos del espectáculo, cada una con su propia identidad y protagonismo. Durante el espectáculo, las islas se unen, de modo que la propia representación sirve como símbolo de comunidad y conexión. Si cada persona es una isla, como se dice, entonces Casamundo es nuestro puente.

En la historia, seis mujeres jóvenes viajan por cinco islas en un barco llamado "La Folía". Buscan una isla especial e imaginaria, Amallap, donde los problemas se resuelven de forma sana y orgánica. Diferentes grupos de estudiantes actúan como los habitantes de cada isla, compartiendo tradiciones culturales e historias tanto para los personajes como para el público. Esta búsqueda de conexión y apertura es el motor de la historia: entre el mar y la Folía, los personajes buscan un nuevo hogar donde no haya rechazo, donde reine la tolerancia y donde la gente se respete y no actúe con beligerancia.


Escena de Casamundo. Foto: Ayoze Ojeda.

Musicalmente, el espectáculo viaja por diferentes estéticas sonoras, evocando la música balcánica, el cantu a tenòre de Cerdeña, el cante jondo de raíces indias, la música de la saudade de Cabo Verde y, finalmente, la música folclórica de Canarias, con el baile del tajaraste.

El musical se estrenó a principios de mayo, con la participación de más de 300 estudiantes y voluntarios. Acompañando a los 190 alumnos de Barrios Orquestados participantes estuvo la Orquesta Maestro Valle, un grupo de 45 músicos compuesto tanto por alumnos de alto nivel de Barrios Orquestados como por profesionales voluntarios.

Este espectáculo logró el importante objetivo de poner de relieve el enorme potencial de cada alumno: talentos múltiples y multidireccionales que no siempre tienen la oportunidad de desarrollarse. También dio lugar a un crecimiento, ya que los profesores y los alumnos se vieron obligados a dejar atrás sus rutinas y recorrer nuevos terrenos. En cierto modo, el viaje personal de cada alumno reflejaba el del espectáculo; cada día, nuestros jóvenes intérpretes se embarcaban en aventuras artísticas diarias que integraban sus habilidades y los introducían en nuevas formas de arte. Los estudiantes tímidos se volvieron juguetones; los conformistas, críticos. Y debido al ángulo ecológico de la obra, todos se animaron a explorar las partes de sí mismos que no sabían que tenían. Al fin y al cabo, este planeta es nuestro único hogar. Para protegerlo para las generaciones futuras, debemos probar cosas nuevas.

Casamundo: Entre el mar y la Folía fue un oasis con ambición oceánica. Y al final, nuestra organización creció. Porque nuestros alumnos crecieron.

Toda la recaudación de Casamundo: Entre el mar y la Folía se destinó a la consolidación de los proyectos de Barrios Orquestados en Honduras y Chile.

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