La vuelta al mundo del sistema con Hannah, tercera parte: Grecia
"ένα, δύο, τρία, τέσσερα", exclama el profesor Giannis Ismirnioglou mientras cuenta en el conjunto de violinistas en ciernes. Los músicos, situados justo debajo de la pizarra en la parte delantera del remolque, comienzan a hacer sus arcos. Los chicos ejecutan los primeros ocho compases de la música con pasión y un hermoso tono. La pieza, transcrita por Giannis para esta clase, se llama "Inta Omri". Escrita en 1964 y cantada por la egipcia Umm Kulthum, la canción ha sido cantada y atesorada en todo el mundo árabe. Cuando los alumnos llegan a un cromatismo complicado en el noveno compás, Giannis detiene la clase para aislar las notas, asegurándose de que todos los alumnos se sientan cómodos y seguros con la digitación necesaria para ejecutar el compás.
Estos estudiantes residen actualmente en el campo de refugiados de Skaramagas, uno de los mayores campos de refugiados de Grecia. El sitio es el hogar de más de 2.500 personas de Siria, Palestina, Kurdistán, Irak y Afganistán. El Sistema Grecia comenzó su primera programación en noviembre de 2016 en Skaramagkas. Hoy en día, es uno de los tres campos de refugiados que El Sistema Grecia atiende.
Durante el verano de 2016, el fundador de El Sistema Grecia, Anis Barnat, fue voluntario con una ONG en el campo de refugiados de Moria. En ese momento, Anis había estado trabajando con conjuntos de El Sistema en todo el mundo a través de su trabajo en Londres, y podía dar testimonio de los efectos positivos tangibles que la ideología tenía en la vida de muchos. Prácticamente de la noche a la mañana, Anis se puso en contacto con sus contactos tanto en El Sistema Venezuela como en la fundación Hilti para desarrollar un programa pedagógico y asegurar la financiación del nuevo programa, El Sistema Grecia.
Durante los últimos veinte meses, El Sistema Grecia ha trabajado con un total de más de 1.200 niños en toda Atenas. Sin embargo, las tasas de retención son bajas en muchos de los núcleos de los campos de refugiados debido a la naturaleza del proceso de asilo de los refugiados en Grecia. En la actualidad, El Sistema Grecia cuenta con seis núcleos y ofrece programas a unos 250 estudiantes. El programa también emplea a más de veinte profesores y personal de la zona de Atenas.
Como ya se ha dicho, tres de los seis núcleos de El Sistema Grecia están en campos de refugiados: Skaramagkas, Schisto y Eleonas. Los estudiantes de estos campos participan en programas de uno a cinco días a la semana en aulas designadas dentro de los campos. Los otros tres núcleos -Kipseli, Apostoli y Villa Amalia- se encuentran en las instalaciones de tres organizaciones comunitarias diferentes de la ciudad. Estos núcleos están formados por niños griegos e inmigrantes. Cinco de los núcleos -Skaramagas, Schisto, Eleonas, Kiseli y Apostoli- imparten clases de coro para principiantes y avanzados. Además, varios de estos núcleos imparten clases de violín y viola. La sexta sede, Villa Amalia, es una escuela que se utiliza los domingos para los ensayos de grandes conjuntos. Cada semana, unos 100 alumnos de nivel intermedio y avanzado de toda la ciudad se reúnen para ensayar con secciones u orquestas completas.
El Sistema Grecia utiliza una pedagogía en constante evolución, adaptándose a las necesidades específicas que varían de un núcleo a otro. También hay un gran énfasis en la formación de profesores dentro del programa. Artistas invitados de Venezuela, pedagogos de Europa y otros de todo el mundo viajan a Atenas para colaborar con la organización, compartir técnicas de enseñanza y aprender del profesorado y el personal local. Actualmente, El Sistema Grecia tiene tres estudiantes del Conservatorio de París en residencia. A lo largo de su estancia, han introducido a los conjuntos en la práctica del Soundpainting, han impartido clases de percusión corporal, han dado clases de piano y guitarra, han enseñado canciones en francés y mucho más.
Hay muchas características de El Sistema Grecia que hacen que el programa sea único. Por ejemplo, la misión del programa es específicamente "proporcionar educación musical gratuita a todos los niños que han vivido la experiencia de abandonar sus hogares en busca de un futuro". El programa pretende ofrecer a todos sus alumnos experiencias sociales y educativas para mejorar sus vidas tanto en los campos de refugiados como fuera de ellos, al tiempo que se esfuerza por preparar a los niños para su integración en la sociedad griega y europea en su conjunto.
Además, El Sistema Grecia incorpora intencionadamente en su programación tanto repertorio culturalmente relevante como diversas culturas musicales. Interpretando canciones de todos los rincones del mundo -México, Sudáfrica, Francia, Siria, India, etc.-, los alumnos de las clases de coro y de cuerda aprenden una gran cantidad de música de fuera de Europa Occidental.
Durante mis dos semanas con El Sistema Grecia aprendí más de lo que había previsto. Desde las discusiones sobre la crisis de los refugiados, pasando por la observación de magníficas técnicas de enseñanza que puedo utilizar en mis propias clases, hasta ser testigo del impacto de la enseñanza de la música de todas las culturas, pude crecer no sólo como investigadora y educadora, sino también como persona. Aunque dejar Atenas no fue fácil, ahora he llegado a Kenia y he empezado a visitar programas aquí. En Nairobi, trabajaré con El Sistema Kenia y Ghetto Classics. Estén atentos a mi próxima entrega.
Autor: Hannah Whitehouse, Universidad de Northwestern
Fecha de publicación: 29 de julio de 2018
A recorrer el mundo de El Sistema con Hannah: Parte Tres
"ένα, δύο, τρία, τέσσερα", exclama el profesor Giannis Ismirnioglou mientras hace el conteo para la entrada de un ensamble de violinistas incipientes. Los músicos, situados justo bajo la pizarra en la parte de adelante del remolque, empiezan a mover sus arcos. Los niños ejecutan los primeros ocho compases de música con pasión y un tono hermoso. La obra, transcrita por Giannis para esa clase, se llama "Inta Omri". Compuesta en 1964 y cantada por la egipcia Umm Kulthum, la canción ha sido cantada y amada por todo el mundo árabe. Cuando los estudiantes llegan a un cromatismo difícil en el noveno compás, Giannis para la clase para aislar las notas, asegurando que todos los estudiantes estén cómodos y seguros con la digitación necesaria para ejecutar el compás.
Esos estudiantes residen actualmente en el campamento de refugiados de Skaramagas, uno de los más grandes de Grecia. El sitio es el hogar de más de 2.500 individuos de Siria, Palestina, Kurdistán, Irak y Afganistán. El Sistema Grecia comenzó su programación en noviembre de 2016 en Skaramagas. Hoy es uno de los tres campamentos de refugiados a los que atiende El Sistema Grecia.
Durante el verano de 2016, el fundador de El Sistema Grecia, Anis Barnat, hacía un voluntariado con una ONG en el campamento de refugiados de Moria. En aquel momento, Anis había estado trabajando con conjuntos de El Sistema por el mundo a través de su trabajo en Londres, y era testigo de los efectos positivos tangibles que ha tenido la ideología en la vida de mucha gente. Casi de un día para otro, Anis contactó a sus conocidos en El Sistema Venezuela y en la Fundación Hilti para desarrollar un programa pedagógico y asegurar fondos para el nuevo programa, El Sistema Grecia.
Durante los últimos veinte meses, el Sistema Grecia ha trabajado con un total de más de 1.200 niños por toda Atenas. La tasa de retención, sin embargo, es baja en muchos de los núcleos de los campamentos de refugiados, debido al proceso de asilo que les toca a los refugiados en Grecia. Actualmente, el Sistema Grecia tiene seis núcleos y atiende a aproximadamente 250 estudiantes. El programa también emplea a más de veinte profesores y personal de Atenas y sus alrededores.
Como ya se mencionó, tres de los seis núcleos de El Sistema Grecia están dentro de campamentos de refugiados-Skaramagkas, Schisto, y Eleonas. Los estudiantes de esos campamentos participan en el programa de uno a cinco días por semana en aulas designadas dentro de los campamentos. Los otros tres núcleos-Kipseli, Apostoli, y Villa Amalia-están albergados en instalaciones de tres organizaciones comunitarias diferentes en la ciudad. Los núcleos están constituidos por niños griegos e inmigrantes. Cinco de los núcleos-Skaramagkas, Schisto, Eleonas, Kiseli, y Apostoli-proporcionan clases de coro principiantes y avanzadas. Además, varios de esos núcleos proporcionan clases de violín y viola. El sexto sitio, Villa Amalia, es una escuela que se utiliza los domingos para los ensayos de ensambles grandes. Cada semana, aproximadamente 100 estudiantes de nivel intermedio y avanzado de toda la ciudad se unen para realizar ensayos de fila o de orquesta completa.
El Sistema Grecia utiliza una pedagogía en constante evolución, adaptándose a las necesidades específicas que varían de un núcleo a otro. También hay un gran énfasis en la formación docente dentro del programa. Artistas invitados de Venezuela, pedagogos de Europa, y otros de todo el mundo viajan a Atenas para colaborar con la organización, compartir técnicas didácticas, y aprender de los profesores y personal local. Actualmente, El Sistema Grecia tiene en residencia a tres estudiantes del Conservatorio de París. Durante su estancia hasta ahora, han introducido la práctica de "Soundpainting" (pintar con el sonido), enseñado la percusión corporal, dando clases de piano y guitarra, enseñado canciones en francés, y mucho más.
Hay muchas características de El Sistema Grecia que hacen el programa único. Por ejemplo, la misión del programa es específicamente la de "proporcionar una educación musical gratuita para todos los niños que han vivido la experiencia de dejar sus casas en búsqueda de un futuro." El programa pretende dar a todos sus estudiantes experiencias sociales y educativas para mejorar sus vidas en los campamentos de refugiados y más allá, mientras también luchan por preparar a los niños para la integración en la sociedad griega y europea en general.
Adicionalmente, El Sistema Grecia incorpora intencionalmente repertorio que sea culturalmente relevante y que también represente a culturas musicales diversas. Tocando música de cada rincón del mundo-México, Suráfrica, Francia, Siria, India, y más-los estudiantes de coro y de cuerdas aprenden mucha música proveniente de lugares fuera de Europa occidental.
Aprendí más durante mis dos semanas con El Sistema Grecia que jamás había anticipado. Conversando sobre la crisis de refugiados, observando técnicas didácticas estupendas que me servirán en mis propias clases, presenciando el impacto de enseñar música de todas las culturas, pude crecer no sólo como investigadora y educadora sino también como individuo. Aunque no fue fácil dejar Atenas, ya llegué a Kenia, y he empezado a visitar los programas de aquí. En Nairobi estaré trabajando con El Sistema Kenia y Ghetto Classics. Estén pendientes del próximo capítulo!
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