Una asociación docente lejana para mantener viva una escuela de música de Namibia

 
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Una asociación docente lejana para mantener viva una escuela de música de Namibia

Enrico Palascino, violinista, Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin (RSB), Alemania

06-01-2022

Alumnos y profesores de YONA con músicos de Berlín, tras un concierto para YONA, marzo de 2022.

Desde 2016, la Orquesta Juvenil de Namibia (YONA) ofrece educación musical a niños económicamente desfavorecidos en Windhoek (Namibia). Cofundé el programa, junto con la cantante namibia Gretel Coetzee, durante mi estancia de dos años en Namibia, de 2016 a 2018. Nuestro objetivo era dar a algunos niños de Namibia un sueño: hacer música juntos, crecer juntos y hacer más llevaderas las dificultades de la vida juntos aprendiendo un instrumento musical. Nuestra visión era crear unidad dentro de la diversidad, fomentando el potencial de los niños para desarrollarse juntos académica, social y personalmente. Nos inspiramos en el movimiento internacional El Sistema.

Actualmente, más de 80 niños acuden a la YONA cada tarde para aprender teoría musical, flauta dulce, clarinete, oboe, flauta, violín, viola o violonchelo. Los niños más pequeños participan en una orquesta de cuerda y en un conjunto de flautas de pico, donde se les introduce en el ritmo, la melodía y la notación musical. Los alumnos más avanzados tocan en orquestas de viento y cuerda, estudian teoría musical y reciben clases individuales. Los conciertos regulares tienen lugar en centros comerciales, centros comunitarios, escuelas, iglesias y residencias de ancianos, así como en lugares de actuación más tradicionales. Para nuestros alumnos, YONA se ha convertido no sólo en un lugar de música, sino también en un espacio protegido, lejos de la violencia doméstica, las drogas, los abusos y las bandas callejeras.

La pandemia de Covid ha debilitado mucho la situación financiera de la escuela estos dos últimos años. Los profesores de música que se han quedado no cobran lo suficiente, y existe el riesgo de que YONA tenga que cerrar por falta de profesores. Mientras Gretel y yo trabajamos para mejorar el sueldo de los profesores, también nos proponemos formar a los estudiantes de música más experimentados como profesores noveles -siguiendo el modelo de El Sistema- para solucionar el problema a largo plazo.

Martin Essmann, violinista de la RSB, enseñando a un alumno de la escuela primaria Emma Hoogenhout. Foto: Cornelia Volk.

Recientemente, hemos creado una iniciativa por la que músicos especializados de Alemania vuelan a Namibia a intervalos regulares durante los próximos cinco o seis años para transmitir sus conocimientos pedagógicos al equipo de profesores de música de YONA. La iniciativa ya está en marcha; reclutamos a los profesores alemanes seleccionándolos de diferentes programas europeos de educación musical. El alojamiento de los profesores visitantes suele correr a cargo de personas de Namibia que apoyan el proyecto. Dependiendo de sus posibilidades, los profesores pagan total o parcialmente sus vuelos; donan sus servicios de enseñanza de forma gratuita o por un pequeño estipendio para cubrir los gastos de manutención.

Los primeros profesores visitantes impartieron cursos y talleres en la YONA durante dos semanas intensivas en marzo de 2022. También presentamos 13 conciertos escolares en la zona de Windhoek, llegando a más de 6.000 niños, para dar a conocer la YONA. Debido a los elevados costes de viaje de los profesores, ahora estamos recaudando fondos para intentar garantizar que este proceso pueda continuar. Cualquiera que esté interesado en apoyar este esfuerzo puede ponerse en contacto conmigo por correo electrónico en enricopalascino@gmail.com.

¿Por qué no nos basamos simplemente en Zoom y otras tecnologías virtuales similares para llevar a cabo estas sesiones de formación entre maestros alemanes y profesores namibios en la YONA? Aunque tenemos algunos cursos virtuales en marcha, creemos firmemente que el aprendizaje musical es mucho más potente y eficaz cuando profesores y alumnos comparten el mismo espacio físico. La motivación y el progreso son mucho más probables cuando las jornadas son intensas y están llenas de nueva energía para todos.

Además, estar en el mismo espacio físico ayuda a los profesores a aprender qué es lo que mejor funciona para cada alumno. Por último, a menudo pueden traer y donar otras cosas materiales a la escuela, como instrumentos y partituras.

Esperamos poder, con el tiempo, mantener una orquesta sinfónica completa para nuestros alumnos avanzados. Por ahora, toda nuestra energía está al servicio de mantener vivo el programa, avanzar en el aprendizaje musical y, ante todo, apoyar el bienestar de los niños.

Enrico Palascino, junio de 2022, Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin

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